30.000 personas en pobreza severa en Navarra
Iñaki Zabaleta, ELAko Azterketa Bulegoa, Landeia 204.
Que la pobreza, la exclusión y las desigualdades sociales están aumentando es algo que ya percibimos todas y todos. Pese a ello, los Gobiernos y quienes hacen propaganda y seguidismo de los mismos, insisten en que la situación no es tan mala, y que quienes denunciamos sus políticas de recortes que nos conducen a esta polarización de la sociedad somos alarmistas.
Casi nos acostumbramos, aunque sea una falta inaceptable de transparencia y sentido democrático, a que los Gobiernos, en este caso el Gobierno de Navarra, no estudien la situación social, la pobreza y la desigualdad, o por lo menos no lo hagan de manera pública. De forma que su propaganda tenga mejor venta. Una falta de transparencia intolerable.
Por eso, cuando se hace algún estudio que refleja la realidad de la pobreza en Navarra, el Gobierno de UPN critica el propio estudio en lugar de intentar atajar el problema.
Esto es lo que ha sucedido con el informe La desigualdad y la exclusión que se nos queda sobre el impacto de la crisis 2007-2014, que ha publicado la Universidad Pública de Navarra, elaborado por la Cátedra de Investigación para la Igualdad y la Integración Social (CIPARIIS). Estas son algunas de las principales conclusiones:
1.- Paro, precariedad y desprotección social.
Este informe desvela que en Navarra hay 30.000 personas en situación de pobreza severa, y refleja el escenario que sufren las personas más desfavorecidas. En este sentido, ya había habido informes similares como el Informe Foessa (Cáritas) que en noviembre de 2014 indicó que había 95.000 personas en riesgo de pobreza, 20.000 en pobreza severa y 48.000 en situación de exclusión severa.
Una de las principales causas de esta situación, que refleja el Informe CIPARIIS, es “el carácter regresivo del desempleo, la merma de la calidad de los nuevos empleos y las medidas de austeridad en materia de protección social”.
Junto a ello, el informe recuerda que los datos del paro deben tomarse con cautela, pues seis de cada diez personas afectadas por el paro son personas desempleadas de larga duración, que han pasado de 3.600 en 2008 a 27.000 en la actualidad. Al mismo tiempo, dice que el paro incide en mayor medida en los hogares donde las personas que obtienen los principales ingresos son mujeres, personas con estudios primarios o inferiores o por personas extranjeras. También se indica que el número de hogares con uno de sus miembros en paro ha pasado del 7,9% en 2007 al 26,1% en 2013.
Aunque este informe se ciña a Navarra, no hay que olvidar que la situación es la misma en todo Hego Euskal Herria. La Encuesta de Necesidades Sociales 2014, elaborada por el Gobierno Vasco, muestra que se está produciendo un fuerte aumento de la pobreza y que cada vez hay más personas necesitadas excluidas del sistema de protección social.
Por otro lado, en el último Análisis de Coyuntura que se hizo desde ELA ya se señala que 55,3% de las personas paradas no tenía ningún tipo de prestación por desempleo en diciembre de 2014, el 63% de las personas paradas son de larga duración, que casi uno de cada cinco empleos es parcial, y que el 93,5% de los contratos que se firmó en 2014 ha sido temporal.
El informe también indica que durante los años 2011-2012, del total de personas que se encontraban en situación de pobreza severa, un 37,8% se encontraba ocupada. Es decir, el empleo en muchas ocasiones no permite salir de la pobreza severa y no sirve como vía para la integración social. Esto muestra la necesidad de luchar por unas condiciones dignas, y que pelear por las condiciones laborales, es pelear contra la pobreza.
2.- Recortes y políticas de austeridad.
Es evidente que los recortes afectan casi de forma exclusiva a quienes sufren una peor situación. Así se constata en el informe, que indica que a los recortes y los ajustes en el sistema de servicios sociales se han sumado recortes en la protección en salud, educación y vivienda orientados a los sectores más desfavorecidos, lo que ha supuesto un aumento exponencial de las situaciones de necesidad con resultados alarmantes. Así, señala que Navarra “en el año 2012 es la comunidad del Estado que más reduce su gasto en la materia, lo que hace cuestionar hasta dónde llega el verdadero compromiso colectivo con el sistema de protección social”.
La austeridad y los recortes no están exentos de riesgos, ya que los recortes no se reparten homogéneamente e impactan de forma mayor en un 10% en los hogares con ingresos más bajos.
En este sentido, el informe recuerda que la estrategia que ha marcado el Gobierno de Navarra en materia de inclusión social y lucha contra la pobreza es divergente con las recomendaciones de la Unión Europea.
Desde ELA, siempre hemos denunciado que los recortes y los ajustes son una opción política con unas consecuencias muy claras y determinadas: aumentan el paro, la precariedad, la desprotección social y la pobreza. Y quienes sufren estas consecuencias son quienes viven en peor situación, agravando la misma.
3.- El “círculo de la escasez”.
Este estudio denomina “círculo de la escasez” a quien ya está en situación vulnerable y sigue acumulando problemas alimenticios, de vivienda, sanitario o de ocio que se agravan con el tiempo, lo cual hace que los problemas para lograr la inserción laboral o el acceso a ayudas sociales también se agrave.
La repercusión de la pobreza en la vida de las personas afectadas tiene muchas y muy graves consecuencias, que giran en torno al distanciamiento en términos de calidad de vida en relación al resto de la población; un estado de salud peor; una menor participación en la vida social y un grave deterioro económico.
La vivienda es uno de los aspectos centrales para la integración, y la crisis ha supuesto la intensificación del riesgo de pérdida de la vivienda habitual.
Este estudio ha analizado la situación de la vivienda mediante cuatro indicadores que son la insalubridad, hacinamiento grave, tenencia en precario y entorno degradado, y concluye que el 17% de los hogares están afectados por alguno de estos en Navarra.
El Gobierno de UPN no quiere ver la realidad. Ha tachado de falta de rigor a este estudio, y ha hecho propaganda de su buen hacer y de la buena situción que vive Navarra.
Pero lo cierto es que la situación es de emergencia social, con 30.000 personas en situación de pobreza severa, y con una tendencia de aumento de la pobreza y enquistamiento de quienes ya la sufren, que es insostenible socialmente.
Es necesario mejorar los sistemas de protección social, en vez de fomentar los recortes y la austeridad. Los cambios se deben hacer basándose en la constatación de un déficit de cobertura, y con el objetivo de que todas las personas tengan cubiertas las necesidades básicas y unas condiciones de vida dignas.
En ELA tenemos claro que esta situación es consecuencia de las políticas que se aplican, y que nuestra principal aportación es pelear en las empresas y en la calle para que se de un verdadero cambio en esas políticas.