Análisis comparativo del precio de la electricidad en Europa
La factura eléctrica en España tiene una estructura compleja, que de forma simplificada se podría representar mediante el siguiente esquema:
La factura eléctrica tiene dos componentes básicos, que denominamos término de energía, y término de potencia.
El término de energía es un componente proporcional a la energía eléctrica consumida en el período de facturación. Dentro de este componente, proporcional a la lectura del contador, el consumidor paga el coste directo de la electricidad, fijado en el mercado. Pero a este coste directo de la energía consumida hay que sumar, también, otros costes indirectos como el pago por capacidad, o el coste del régimen retributivo a la electricidad renovable, la cogeneración y la valorización energética de residuos.
El otro componente, que denominamos término de potencia, es proporcional a la potencia contratada por el consumidor, y sirve para retribuir otros costes indirectos del sistema. Estos costes son los costes de las redes de transporte y distribución, el funcionamiento del operador del sistema, o el margen de beneficio de la comercializadora.
A todo lo anterior se le suma el impuesto eléctrico —uno de los denominados impuestos especiales—, y el IVA.
La factura eléctrica nunca es cero, ya que el consumidor siempre debe pagar, como mínimo, los costes indirectos que se calculan según la potencia contratada —el término de potencia—, y los impuestos correspondientes. Este importe mínimo no nulo es lo que pagaría el cliente si en el período de facturación no consumiera electricidad.
Por tanto, el coste de la electricidad tiene un término fijo (mínimo) y otro variable (según la electricidad consumida). Esto hace que el coste de la factura eléctrica, calculado en euros por kilovatio-hora (€/kWh), tienda a reducirse en la medida en que aumenta el consumo eléctrico del período de facturación.
El coste de la electricidad en las estadísticas europeas (Eurostat)
La oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat, recopila información semestral sobre el precio que pagan los consumidores de electricidad en Europa. En concreto, Eurostat realiza semestralmente encuestas entre los consumidores domésticos e industriales en los países europeos, y calcula los precios medios de la electricidad según bandas de consumo (siete bandas de consumo industrial, y cinco de consumo residencial). Los datos pueden consultarse en las bases de datos de Eurostat:
http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/statistics/search_database
Todos los datos que se muestran a continuación incluyen los impuestos correspondientes.
A continuación se muestran dos gráficos con los costes de la electricidad, en €/kWh, de consumidores residenciales e industriales en las diferentes bandas de consumo, en España durante el primer semestre de 2013. Como referencia, señalemos que el consumo eléctrico anual medio por hogar, en España en 2010, se situó en torno a 3.500 kWh (Banda DC).
Se observa que:
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El precio de la electricidad consumida en la industria es, en general, inferior a la consumida en las viviendas.
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El coste de la electricidad disminuye significativamente al aumentar el consumo de electricidad. En los consumos residenciales, el precio en la banda de consumo inferior (Banda DA) duplica al precio en la banda de consumo más alta (Banda DE). En los consumos industriales el coste se cuadruplica.
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Esta estructura tarifaria implica un claro desincentivo al ahorro energético y la mejora de la eficiencia energética: consumir menos electricidad se penaliza con precios mayores de dicha electricidad.
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Esta estructura tarifaria también es claramente regresiva socialmente: los hogares con menores ingresos consumen menos electricidad, pero la pagan a precios mucho más caros que aquellos con más ingresos y que más consumen.
En los siguientes gráficos se muestran los costes de la electricidad, según las diferentes bandas de consumo, para consumidores industriales y residenciales de España, Alemania, Dinamarca y la Unión Europea (UE27). Los datos corresponden al primer semestre de 2013.
Se observa que:
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En la UE27 el precio de la electricidad también disminuye al aumentar el consumo, especialmente en el caso de los consumos industriales. Pero el fenómeno es mucho menos acusado en los consumos residenciales —salvo en la banda de consumo más reducido (Banda DA)—.
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Los costes de la electricidad en España son significativamente mayores que en la UE27 para las bandas de consumo más reducido (Bandas IA y DA). Las diferencias de precios entre España y la UE27 se reducen al aumentar el consumo, y se llegan a invertir. En las bandas de mayores consumos, tanto industriales (Banda IF) como residenciales (Banda DE), el coste de la electricidad es más barato en España que en la UE27.
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El coste de la electricidad en España es, en líneas generales, menor que en Dinamarca y Alemania, salvo para las bandas de consumo menores: los consumidores españoles de la banda de consumo inferior, tanto industriales (Banda IA) como residenciales (Banda DA), pagan más que los daneses —los alemanes pagan más, incluso, que los españoles—.
En los siguientes gráficos se muestran los incrementos del precio de la electricidad para consumidores industriales y residenciales de la UE27, Dinamarca, Alemania y España, según las diferentes bandas de consumo, desde el segundo semestre de 2007 hasta el primer semestre de 2013.
Se observa que:
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El precio de la electricidad ha subido significativamente en Europa en los últimos seis años. El incremento de los precios medios en la UE27 se sitúa entre el 20% y el 30%, dependiendo del tipo y banda de consumo.
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En España el incremento del precio es superior al 50% en cuatro de las cinco bandas de consumo residencial, y casi alcanza el 60% en la banda de consumo que incluye el consumo medio residencial (3.500 kWh/año, Banda DC).
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Las subidas del precio de la electricidad, tanto en España como en Europa, no han servido para revertir el carácter regresivo de la estructura tarifaria de la electricidad (pagar menos por kilovatio-hora conforme se aumenta el consumo).