Boicot de CCOO, UGT y la patronal a la negociación colectiva vasca

2017/05/29
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Hace unos meses, ELA y LAB -con una representación del 77,48% en Hostelería y del 83,13% en Colectividades- la Federación de Hostelería y Confebask firmamos el Acuerdo Marco Sectorial de Hostelería de la CAPV. Con este acuerdo, los firmantes nos comprometíamos a aplicar a las trabajadoras de estos sectores los convenios provinciales vascos, impidiendo la aplicación del Convenio estatal de Restauración, que implicaría una reducción de salarios del 50% (8.200 euros menos) y 50 horas más de trabajo, al año.

Joseba Villarreal, responsable de Negociación Colectiva en el sindicato ELA (artículo publicado en Landeia)

CCOO y UGT no firmaron el citado acuerdo. No hacía falta, apenas tienen representación en el sector. Pero no contentos con ello, ahora nos hemos enterado de que estos sindicatos, junto a la patronal estatal del sector, han decidido impugnar este acuerdo. No les importan las trabajaoras, sólo sus espúrios intereses.

Tener el monopolio de la negociación sectorial. De tal manera que ellos, desde los convenios de Estado, puedan impedir que los demás negociemos convenios

Esta impugnación no nos pilla de sorpresa, ya que con antelación enviaron una solicitud al Departamento de Trabajo del Gobierno Vasco pidiéndole que no publicara el acuerdo en el Boletín Oficial. Lo hicieron en nombre de la Comisión paritaria del Acuerdo estatal argumentando que el acuerdo vasco era contrario a la ley española (reforma de Zapatero) que ellos defendían. Ya en la propia negociación del mismo, CCOO y UGT nos enviaron una carta en términos coactivos, exigiéndonos que cesáramos en el intento de negociar el acuerdo que impugnan ahora.

¿Qué persiguen con la estatalización de los convenios? Tres objetivos, fundamentalmente. El primero, unificar a la baja los salarios y condiciones de trabajo en todo el Estado. Es el objetivo de la patronal más reaccionaria y de los gobiernos, que CCOO y UGT apoyan a través de los convenios estatales, tanto sectoriales como de empresa.

El segundo, tener el monopolio de la negociación sectorial. De tal manera que ellos, desde los convenios de Estado, puedan impedir que los demás negociemos convenios. Todo ello, con independencia de la representación sindical que tenga cada uno. CCOO y UGT comparten el objetivo que busca la ley española: “Contar en un momento dado con un solo convenio sectorial de ámbito estatal”. Objetivo éste que se vería favorecido al prohibirse los convenios sectoriales de ámbito inferior. Una posición política coherente con su oposición a cualquier rastro de Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social.

No hay autogobierno vasco sin negociación colectiva, y no es aceptable que mientras desde Madrid se sabotea la negociación colectiva vasca el Gobierno Vasco mantenga a los responsables de ese hecho sentados en esa mesa

Y, el tercero, obtener financiación. Este objetivo se lograría mediante dos vías. La primera, estableciendo un “canon sindical”. CCOO, UGT y las patronales lo establecieron en el Acuerdo estatal de hostelería (ALEH) para que los y las trabajadoras pagaran un 0,10% de su salario a una Fundación que ellos habían creado. El establecimiento de ese “canon” fue impugnado de oficio por la Autoridad Laboral, y el Tribunal Supremo lo declaró ilegal: no se pueden establecer deducciones en nómina de esa manera.

La segunda vía, creando “estructuras paritarias” sindicatos-patronal en los convenios estatales financiadas con dinero público para definir las necesidades de una supuesta formación profesional para los y las trabajadoras. Con ese objetivo el Gobierno de Rajoy ha propuesto para 2017 que la financiación que reciben UGT, CCOO y la patronal por diseñar esos planes de formación aumente de 1.425.000 en 2016 a 8.925.000 de euros en 2017. Un 526% de incremento. La financiación pública les llegaría a través de la firma de los convenios estatales.

ELA y LAB consideramos que es una perversión que, teniendo en cuenta las necesidades de financiación de CCOO, UGT y las patronales, se les permita unir la negociación sectorial estatal con la definición de las necesidades de formación. Planteado de esa manera habrá dos claros perdedores: las condiciones de trabajo de los convenios que firman, que se relativizarán; y la propia formación, que seguirá siendo rehén de los intereses económicos de estas organizaciones.

Pérdida de derechos. Es evidente que CCOO, UGT y la patronal española quieren que la negociación colectiva se articule a través de los convenios sectoriales y de empresa de ámbito estatal para eliminar nuestro derecho a negociar. Así las cosas, consideramos que la firma en la CAPV del Acuerdo Interprofesional de enero por su parte fue una pose para ocultar su estrategia contra los convenios vascos desarrollada desde Madrid.

Una estrategia que nos empobrece como clase trabajadora, además de fortalecer la posición de la patronal y de los gobiernos que quieren devaluar salarios o hacer ajustes presupuestarios. No podemos obviar el hecho, tampoco, de que las patronales que quieren eliminar el Acuerdo Marco Sectorial de Hostelería forman parte de la CEOE, igual que Confebask.

Actitudes como éstas debieran conllevar que el Gobierno de Urkullu disolviera la mal llamada Mesa de Diálogo Social. No hay autogobierno vasco sin negociación colectiva, y no es aceptable que mientras desde Madrid se sabotea la negociación colectiva vasca el Gobierno Vasco mantenga a los responsables de ese hecho sentados en esa mesa.

ELA reitera nuestro compromiso con el Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social y exige, asimismo, que se respeten las reglas de juego democráticas en el ámbito vasco para decidir dónde y qué negociamos.