Crisis política e ideológica del sindicalismo en una Europa cada vez más autoritaria
Documentos 28: Crisis política e ideológica del sindicalismo en una Europa cada vez más autoritari
Draconianas medidas de austeridad han provocado el empeoramiento de la situación en esos países, sumiéndolos en una profunda depresión económica. El resultado ha sido una crisis política y social aún más grave. El desempleo masivo no deja de crecer y, tanto en Grecia como en España, el desempleo juvenil ha rebasado el 50 por ciento. Dicha situación está provocando intensos enfrentamientos internos en la Unión Europea, tanto sociales como políticos.
"Unos socialdemócratas han desempeñado un papel importante en los duros ataques realizados contra los sindicatos y el estado de bienestar en los países en los que han ostentado el poder"
Frente a estas innumerables crisis, los movimientos sindicales tradicionales parecen sumidos en la perplejidad y parcialmente paralizados. La socialdemocracia se encuentra en un estado de confusión y desorganización política e ideológica, como reflejo de la profunda crisis que afecta a estos movimientos. Por un lado, unos socialdemócratas han desempeñado un papel importante en los duros ataques realizados contra los sindicatos y el estado de bienestar en los países en los que han ostentado el poder. Pero otros socialdemócratas hacen declaraciones y llamamientos condenando rotundamente el rumbo político que sigue actualmente la Unión Europea. Los sindicatos también se han visto afectados por las diferentes crisis y han sido incapaces de refrenar los ataques de que han sido objeto. No hay duda de que el desempleo masivo también está debilitando su poder e influencia en las mesas de negociaciones. La vasta reestructuración de las industrias, la privatización de los servicios públicos y el aumento de los trabajadores temporales han contribuido a la pérdida de poder de los sindicatos.
"Las fuerzas capitalistas han renunciado al compromiso histórico contraído tras la Segunda Guerra Mundial entre los trabajadores y el capital y han pasado a la ofensiva para derrotar al movimiento sindical y librarse de los mayores logros del estado de bienestar"
Esta parálisis de la izquierda política se hizo patente en 2011 cuando enormes cantidades de jóvenes protestaron en países como España, Grecia, Portugal, e Italia. Los movimientos de protesta estaban más influidos por lo que había sucedido en la plaza Tahrir del Cairo que por los partidos políticos o sindicatos de sus propios países. Estos últimos apenas hicieron acto de presencia para crear alianzas, politizar o contribuir a marcar el rumbo y el contenido de la lucha. Al contrario, grandes sectores de la burocracia sindical se han quedado estancados en una ideología de pacto social que ya no tiene significado alguno, dado que las fuerzas capitalistas han renunciado al compromiso histórico contraído tras la Segunda Guerra Mundial entre los trabajadores y el capital y han pasado a la ofensiva para derrotar al movimiento sindical y librarse de los mayores logros del estado de bienestar.
Mientras se desarrolla la crisis económica más grave y profunda desde la depresión de los años treinta, la crítica al capitalismo ha quedado más o menos acallada. Los movimientos sindicales y obreros han dejado de representar una alternativa general y creíble a un capitalismo dominado por la crisis que genera desempleo masivo, pobreza, sufrimiento y miseria en grandes sectores del continente europeo.
"Mientras se desarrolla la crisis económica más grave y profunda desde la depresión de los años treinta, la crítica al capitalismo ha quedado más o menos acallada"
Los sindicatos han presentado propuestas alternativas pero han ignorado las estrategias y demostrado no tener capacidad ni disposición para poner en práctica los medios de lucha necesarios para ganar terreno. A nivel europeo los sindicatos han agudizado su retórica, pero se han mostrado vacilantes a la hora de convocar la movilización necesaria para resistir los ataques.
¿Cómo ha podido pasar esto en una parte del mundo que ha sido la sede de los sindicatos y movimientos obreros más fuertes y militantes del mundo? ¿Por qué la oposición y la resistencia no han sido más fuertes? Y, ¿cómo hemos llegado al punto en que los gobiernos socialdemócratas de Grecia, España y Portugal han protagonizado algunos de los ataques más graves hechos a los sindicatos y al estado de bienestar, hasta que la resistencia de la población y los votantes frustrados los han expulsado del poder sustituyéndolos por gobiernos de derechas todavía más fieles al capital financiero?
Este artículo trata de los retos y obstáculos a los que se enfrentan hoy los sindicatos en la Unión Europea. Hay una serie de barreras estructurales dentro de la propia Unión Europea, en tanto que institución supranacional, pero también hay barreras políticas e ideológicas que impiden a los sindicatos desempeñar su papel en la actual situación. Describiremos los desarrollos más importantes que están afectando, así como amenazando, a lo que se suele denominar el Modelo Social Europeo: ataques a los servicios públicos, pensiones, salarios y condiciones laborales, así como fuertes tendencias antidemocráticas. Pero en primer lugar, es necesario abordar brevemente el papel actual de la socialdemocracia en Europa a la luz de su historia.