La duración del 90% de los contratos de duración determinada firmados en 2015 fue inferior a tres meses
Artículo publicado en el Boletín del Gabinete de Estudios 46
Lo que sucede, no obstante, es que muchas personas con empleo no firmaron ningún contrato en 2015 porque ya lo firmaron con anterioridad (en este artículo no nos vamos a referir a quienes trabajan sin contrato) y, por contra, a muchas otras se les hacen varios contratos. Como ejemplo, si cada día trabajado se hace un contrato (y técnicamente se pueden hacer varios), un solo trabajador o trabajadora puede acumular más de 200 contratos a final de año.
Y eso es lo que está pasando en nuestro país: de los contratos de duración determinada firmados en 2015 en la CAPV y Navarra, el 88,1% tenían una duración prevista inferior a 3 meses, el 8,4% una duración entre 3 y 6 meses, y solo el 3,5% superior a los 6 meses.
Pero, es más, el 60,1% de los contratos de trabajo de duración determinada por interinidad y obra o servicio –hablamos de estas dos modalidades contractuales porque no todas las estadísticas elaboradas por el SEPE sobre los contratos proporcionan el mismo desglose– tenían una duración inferior a 7 días; y otros muchos (el 21,8%) no llegaron al mes de duración. Por lo que un aumento de la contratación no tienen por qué significar un aumento del empleo y, sin embargo, puede significar un incremento de la precariedad, tal y como está sucediendo en Hego Euskal Herria.