ESTATALIZACIÓN: Propuesta de ELA ante una posible reforma laboral
Introducción
El 1 de junio de 2018 Pedro Sánchez fue elegido Presidente del Gobierno español; fue una sorpresa mayúscula. ELA no piensa que este cambio vaya a suponer una alternativa sustancial a las políticas que llevaba a cabo el Partido Popular en ninguna de sus diferentes vertientes. No tenemos grandes esperanzas como pueblo ni como clase trabajadora.
En todo caso, probablemente se ponga sobre la mesa la opción de realizar reformas cosméticas de algunas de las leyes más polémicas del anterior Gobierno. Dentro de estas opciones de reforma se encuentra la última reforma laboral de 2012 (Ley 3/2012 de 6 de julio).
El punto de partida para esta posible reforma del Estatuto de los Trabajadores es muy preocupante para ELA en un triple sentido:
- El gobierno ha ofrecido capacidad de veto a la patronal al imponer el consenso entre agentes como requisito de la reforma. Esta capacidad de bloqueo para la CEOE es muy grave teniendo en cuenta que las últimas reformas le han dado todo lo que quería a la patronal sin necesidad de un acuerdo social, por lo que el veto a la patronal supone perpetuar un andamiaje legal totalmente escorado en favor de los intereses empresariales. Por ello, para ELA la afirmación de la Ministra Valerio de que la reforma laboral solo se retocará, en lugar de derogarla, como habían prometido cuando estaban en la oposición, y que la ley “sí o sí” debe modificarse “con las organizaciones empresariales”, es un insulto.
- El IV AENC ha facilitado el discurso de los retoques al Gobierno de Pedro Sánchez al establecer que la única modificación sustancial debe darse en el ámbito de la subcontratación (partiendo de la capacidad de veto de la patronal), con lo que en el Estado no habrá un movimiento sindical que trate de provocar una discusión pública de mayor profundidad y, además, niegan la opción de plantear movilizaciones para hacer cambiar de opinión al Gobierno.
- Cualquier cambio del Estatuto de los Trabajadores se está centrando en la última reforma de 2012. Para ELA resulta imprescindible discutir el conjunto del Estatuto de los Trabajadores, incluyendo las reformas legales introducidas en 2010 y 2011, que tenían por objeto devaluar las condiciones de trabajo. Parte de esta estrategia de devaluación salarial fue quitar la prevalencia a los convenios provinciales sectoriales y facilitar el proceso de estatalización de la negociación colectiva. Por ello, plantear la prevalencia del convenio sectorial sin discutir la capacidad de descuelgue en las empresas o la referencialidad de los convenios estatales miserables, supondría mantener la estrategia de la devaluación salarial.
El Gobierno de Sánchez está utilizando su minoría parlamentaria como argumento principal para no derogar completamente la Reforma Laboral de 2012, partiendo de que ni PNV ni PdCAT aceptarán una reforma de mayor profundidad. El Gobierno del PSOE ha decidido no ponerles a prueba porque comparte con el PP la dirección fundamental de la última reforma laboral. Pero el panorama puede resultar interesante, ya que, ante la probable posición contraria a la reforma de Ciudadanos y PP, los votos de PNV, Bildu, el nacionalismo catalán o Unidos Podemos serán fundamentales para aprobar cualquier cambio. Para ELA esta situación abre una ventana de oportunidad para abordar la estatalización de la negociación colectiva.