Fin a la explotación laboral en las obras del puerto de Bilbao
J. Jaio, entrevista publicada en Landeia 224
En primer lugar, zorionak. Relatadnos a grandes rasgos qué estaba pasando en esta obra pública licitada por la Autoridad Portuaria.
La historia se inicia en marzo. Empezamos a girar visitas a la obra de ampliación del espigón para entablar contacto con los trabajadores y conocer in situ sus condiciones laborales. Desde el primer minuto se confirmaron nuestras sospechas de que no se les estaba aplicando el Convenio de la Construcción de Bizkaia. Les convencimos de que nos enseñaran las nóminas e hicimos un cálculo de las cantidades que estaban dejando de percibir. Sólo la subcontrata más grande, Costanor, con 70 empleados, en seis meses habían pagado de menos a sus trabajadores 418.000 euros. En el conjunto de todas, por encima de los 600.000 euros.
Estamos orgullosísimos y ha sido un chute para seguir haciendo sindicalismo a pie de obra.
¿Qué pasos dísteis a continuación?
Seguimos el protocolo y denunciamos la situación a la Inspección de Trabajo que, a su vez, envió un requerimiento a las empresas instándoles a aplicar el convenio de la Construcción de Bizkaia. Al mismo tiempo, nos reunimos con la UTE (unión de empresas que lograron la licitación de esta obra pública) y les pedimos una reunión con las cuatro subcontratas.
¿Cual fue la respuesta de estas subcontratas a vuestras demandas?
La primera en regularizar la situación fue Ofercar Biz. La siguiente, Hierros Sancho, una subcontrata que tenía varios trabajadores a los que estaba aplicando el convenio de comercio-metal. Costanor y Sato fueron más duros de pelar.
En Costanor, los trabajadores son mayoritariamente de origen africano y sudamericano. Gente que al principio recelaba y desconfiaba porque nunca habían estado en contacto con un sindicato que velase por sus intereses
¿Por qué?
Costanor es una subcontrata que viene de Galicia, y su primera reacción fue responder que ellos realizan trabajos en todo el Estado, que aplican el convenio de ferralla, y que nunca han tenido ningún problema. Nosotros les trasladamos que el convenio de aplicación era el provincial de Bizkaia. Ante su cerrazón, nos reunimos con sus trabajadores en varias ocasiones y les convencimos de que iba a tocar pelear. El mismo día que decididieron, en asamblea, hacer un plante, Costanor reculó y accedió a negociar con nosotros. Llegamos a un acuerdo por el que en la nómina de septiembre cobraron la mitad de la deuda, y al final de la obra, en torno a noviembre, la otra.
¿Y Sato?
Sato, por su parte, se negaba a reconocer que trabajaban a turnos, y aquí hemos tenido que ir a las reclamaciones individuales.
Algunas de esas subcontratas eras vascas, pero otras no. ¿Cómo reaccionaban los trabajadores cuando ibais a la obra e intentabais organizarles?
No sólo los trabajadores, las empresas también han reaccionado de manera distinta. Las subcontratas vascas, que ya conocen a ELA, recularon a la primera. Las otras ha costado más. Respecto a los trabajadores de las subcontratas de fuera... al principio nos miraban como las vacas al tren. En Costanor, los trabajadores son mayoritariamente de origen africano y sudamericano. Gente que al principio recelaba y desconfiaba porque nunca habían estado en contacto con un sindicato que velase por sus intereses.
Ha sido un conflicto y un posterior acuerdo fraguado a fuego lento. Ha habido que ganarse la confianza del colectivo y quitarle el miedo a exigir lo que es suyo.
¿Qué valoración hacéis de este conflicto?
Esta victoria sindical ha sido fruto de un trabajo organizado, estructurado, continuo en el tiempo... Estamos orgullosísimos y ha sido un chute para seguir haciendo sindicalismo a pie de obra.
Tampoco podemos obviar que una vez más se demuestra que un gran caballo de batalla en el sector en conseguir algo tan básico como la aplicación del convenio, y que la explotación laboral es la realidad diaria de los tajos. Es así de dramático. Y hablamos de obra pública...
Hoy por hoy sólo se aplica el convenio en las obras en las que los trabajadores están organizados.
También queremos destacar la implicación de la Inspección en este caso. Lo mismo que en otras ocasiones somos muy críticos, esta vez ha sido un aliado importante.
¿Qué retos actuales tiene ahora el equipo de la constru de Bizkaia?
Ya hemos detectado irregularidades e incumplimientos del convenio en la obra de la nueva Termibus, en Bilbao. Sin duda, tenemos mucho trabajo por delante.