¿Guerra entre sindicatos?
Koldo Artzai, https://koldoartzai.wordpress.com/
Eso afirma en su artículo A. Legasa en la edición del diario DEIA del domingo, 18 de Septiembre de 2016 (“El acuerdo sobre convenios desata la guerra entre sindicatos” https://goo.gl/y6s2sb)
La noticia la presenta como un enfrentamiento entre sindicatos, cuando lo cierto es que es un enfrentamiento con el gobierno de Urkullu, que da validez a los acuerdos en minoría, despreciando a la mayoría de la representación sindical, para favorecer así los intereses de la patronal.
Se elude analizar por qué hay convenios bloqueados, donde tienen presencia también CCOO y UGT, si están dispuestos a firmar en minoría, como han hecho en el metal de Araba. No es creíble que lo expliquen diciendo que ELA y LAB son “totalitarios” (? ) No se analiza, tampoco, por qué CCOO y UGT no desatascan la negociación firmando en minoría, como defienden en el acuerdo de la llamada Mesa del Diálogo Social. Tampoco se explica, desde esa lógica, el hecho de que a nivel del Estado Español, con mayoría de UGT y CCOO continúen bloqueados cientos y cientos de convenios colectivos. Se deja de lado cuál es el papel de la Patronal en este bloqueo. ¿No será que la patronal se cierra con unas propuestas inaceptables?
Si este es el motivo de la no firma de los convenios, resulta extraño que no se escuchen críticas de CCOO y UGT a CONFEBASK y sí insultos a los sindicatos que tienen mayor respaldo de la gente trabajadora.
En la crítica que hacen, sobre todo CCOO, presentan como algo inaceptable que se anime a trabajadores y trabajadoras a organizarse, afiliándose a los sindicatos, para defender sus derechos y aspiraciones de mejorar, como si CCOO y UGT renunciaran a tener afiliados y afiliadas. Si el sindicato no tiene afiliación, dependerá de otros ingresos, como las ayudas del gobierno de turno, a través de la formación o las mesas institucionales como la que llaman del Diálogo Social. La afiliación se consigue en las empresas, que es donde están las y los trabajadores, peleando con ellos, para mejorar sus condiciones y frenar los recortes y abusos que pueda haber por parte de la empresa. No se consigue afiliación, ni saliendo en las fotos del Correo o el Diario Vasco, ni con un trato amable de DEIA y el Grupo Noticias o de ETB. Esto no es más que legitimidad prestada, no otorgada por la clase trabajadora, sino prestada por quienes mandan, en las empresas, en los gobiernos y en los medios de comunicación, a quien no se sale del rebaño.
Si quien financia y sostiene el sindicato no son sus afiliados y afiliadas ¿a quién hará caso el sindicato, a la hora de fijar su posición y tomar decisiones?
En cuanto a la cuestión de las mayorías, supongo que tras las elecciones del día 25, el Sr. Urkullu y su partido no aceptarán que el PP y Ciudadanos, con o sin apoyo del PSOE formen el nuevo gobierno, en minoría, sólo porque, según dicen, son más sensatos y más españoles que los nacionalistas separatistas. Hay reglas de respeto democrático a las mayorías que salen de las urnas.
Sin embargo, parece que en el ideario del Sr Urkullu y su gobierno, las urnas sindicales no tienen ningún valor. Es más, en las relaciones laborales, según su ideario, insisto, parece que no hace falta, siquiera, tener representación patronal para formar parte del entramado institucional, incluso del subvencionado. Se le otorga toda la representación a CONFEBASK y punto. Todas las demás asociaciones de empresarios, al parecer, ni pinchan ni tienen nada que cortar.
Lo dijo en su momento, el glorioso presidente de Navarra capaz de “bailar el Agur Jaunak” (sic) representante de UPN, Miguel Sanz, acerca de la consulta a la ciudadanía Navarra sobre su relación con la C. Autónoma de Euskadi, prevista en la Constitución española y la Ley de Amejoramiento del Fuero: Si se les consulta se pueden equivocar. Los trabajadores han votado y, al parecer, en opinión del Sr. Urkullu, se han equivocado.
Mejor lo decide el Presidente o Lehendakari y punto.