La huelga de las residencias de Bizkaia ya tiene libro

Prólogo del libro escrito por Irantzu Varela

Introducción del libro escrito por la autora Onintza Irureta:

378 días en huelga. Empezaron a contar los días con esmero y los iban escribiendo con cuidado. Un día, dejaron de contar. Eran tanto los días. Se vieron desbordados por los acontecimientos. Una larga lucha tiene el riesgo de agotar las fuerzas de las huelguistas. La patronal no creía que la huelga iba a durar mucho: “Cuánto van a aguantar, pues?”.

Las mujeres huelguistas sacaron rendimiento al conflicto tan largo. En Bilbao, Bizkaia, País Vasco y fuera las camisetas verdes se hicieron conocidas. Los medios de comunicación, poco a poco, empezaron a interesarse. Supimos que casi todas eran mujeres, nos dijeron que estaban hasta el cogote de sus condiciones de trabajo, que tenían sueldos bajos, que nuestros mayores no estaban bien atendidos, nos advirtieron de que aquello no era una simple lucha laboral, que también era una lucha feminista. Nos dijeron que la dignidad de los trabajos de cuidados estaban en juego, que estaban pagando las consecuencias de la apuesta realizada por las instituciones públicas por la privatización… Nos informaron de su lucha sin pausa. Tocaron la puerta de los medios de comunicación, tomaron las calles de Bilbao, atravesaron Bizkaia, hicieron marchas a pie, anduvieron en piragua y en velero… A veces cantando y sonriendo, otras veces gritando de rabia, difundieron su reivindicación a los cuatro vientos.

Perdurar e insistir. La patronal y la Diputación Foral de Bizkaia incómodos, no esperaban que día tras día las mujeres trabajadoras seguirían en la calle.

Eran las trabajadoras de las residencias de ancianos de Bizkaia, las cuidadoras de los ancianos. Un grupo de mujeres heterogéneo decidió hacer huelga, y vivieron un proceso individual y colectivo de empoderamiento muy significativo. Algunas, curtidas en luchas laborales y feministas, unas cuantas delegadas sindicales, y muchas, mujeres que hasta entonces no se atrevieron a alzar la voz para reivindicar sus condiciones laborales.

En las siguientes páginas conoceréis a ocho de esas mujeres: Maribel Sampedro Martínez, Ainhoa Menéndez Llamosas, Marina Costa Bonome, Verónica Aguado Otero, Lara Góngora Góngora, Marisol Rueda Espinha y Aitziber Tolosa Contreras.

Nos querían contar la gran huelga, y al final, tanto como la huelga nos han relatado su día a día en su puesto de trabajo, en su residencia. Historias duras, dolor, miedo, rabia, orgullo, la alegría de la victoria. Unas pocas veces, se les han humedecido los ojos, pero ha prevalecido la sonrisa de la firmeza.

Sin embargo, antes de los relatos de las mujeres, hemos retrocedido a los años 80. Una huelga de esas magnitudes no se organiza con la ayuda de un soplo de viento sur. Hemos dado a conocer las claves de la apuesta que ha realizado el sindicato ELA en el sector. Hemos contado el proceso de empoderamiento de las mujeres cuidadoras de las residencias.