Movimiento abertzale: una encuesta rica en lecciones

2023/12/06
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La gran encuesta de Bagira ofrece una fotografía alentadora e instructiva del movimiento abertzale. Los resultados confirman el carácter fundamentalmente progresista de este movimiento y validan las vías y estrategias desarrolladas durante la última década.

Txetx Etcheverry, fundación Manu Robles-Aarngiz (este artículo ha sido publicado en francés en la revista Enbata)

Analizar los resultados de la encuesta de Bagira a la que respondieron cerca de 1.500 abertzales de Iparralde comparándolos con los de la encuesta francesa Fractures 2023, realizada en septiembre por Ipsos/Sopra Steria entre 1.500 personas francesas mayores de 18 años es un ejercicio especialmente instructivo . De hecho, la comparación muestra cómo la dinámica abertzale cultiva y desarrolla una cultura global progresista, abierta y unida, en un contexto general que lleva a la población en la dirección opuesta.

A contra corriente

Así, la encuesta francesa Fractures 2023 revela una evolución preocupante de la opinión pública en los últimos años. El 44% de las personas encuestadas piensa que la Agrupación Nacional (partido de extrema derecha) es “capaz de gobernar el país” frente al 31% de 2015. El 40% lo considera “cercano a sus propias preocupaciones” y el 36% considera que “la sociedad que este partido defiende es en general aquel en el que quiero vivir”, frente al 27% de hace tres años. El 66% de las personas encuestadas considera que hay “demasiados extranjeros en Francia”, el 51% está a favor de restablecer la pena de muerte y el 45% cree que “cuanto más ricos hay, más beneficia a todos los miembros de la sociedad” (frente al 38% de 2018). Las y los abertzales del País Vasco septentrional, por su parte, están completamente a contra de la corriente de esta evolución reaccionaria. El 86% es de izquierda, el 84% se dice ecologista y el 82% se dice feminista. Casi el 20% ayuda personalmente a los inmigrantes, haciendo campañas en las redes de acogida o donando dinero.

Dinámica progresista

Gracias a ello, podré repetir aquí palabra por palabra, adaptándola al contexto francés, la conclusión del artículo “¿España a la derecha?» en la que analizaba las últimas elecciones legislativas más allá del Bidasoa: “Se plantea la pregunta: ¿qué está llevando al Estado español a ser cada vez más de derechas, y qué es lo que hace que Cataluña y el País Vasco se muevan en general hacia la izquierda? Las razones deben ser complejas y múltiples pero, en cualquier caso, esta observación proporciona una negación directa a todas aquellas personas que proclaman que las dinámicas identitarias son intrínsecamente reaccionarias. En el caso de Cataluña y el País Vasco vemos que, por el contrario, estas dinámicas orientan a sus respectivas sociedades en una perspectiva claramente progresista.”

En lugar de condenar al ostracismo o incluso querer excluir a las organizaciones abertzales, la izquierda política y sindical francesa haría bien en meditar en profundidad sobre este hecho, porque seguramente encontraría allí varias respuestas a los colosales problemas y desafíos que surgen hoy en día en la política francesa. Éste fue también el tema del libro publicado en 2017 y titulado “La izquierda abertzale acertó” del intelectual alemán Raúl Zelik, una de las reflexiones políticas más interesantes que he leído en los últimos años.

Estrategias validadas

Los resultados de la encuesta de Bagira nos muestran sin ninguna duda que el o la abertzale de Iparralde valida en gran medida las vías y estrategias desarrolladas por el movimiento durante la última década. La gran mayoría cree que la credibilidad del movimiento abertzale se ha fortalecido y que nuestras principales luchas (agricultura campesina, presos, vivienda, transición ecológica, discriminación de género, etc.) han avanzado en los últimos diez años. El 78,2% piensa que la aportación política de la plataforma Batera ha sido importante, incluso muy importante. Claras mayorías responden que la creación de la Comunidad de Aglomeración del País Vasco ha mejorado la situación en cuanto al reconocimiento y al peso político de Iparralde, al sentimiento de pertenencia a un territorio común y a la visibilidad del proyecto abertzale. De manera más general, el 83% considera que “para cambiar las cosas es fundamental la dinámica de colaboración con grandes sectores sociales en torno a determinadas demandas”.

¿Una hoja de ruta compartida?

La dinámica de Bagira ha abierto una nueva fase de su proceso: la elaboración de una hoja de ruta para la(s) próxima(s) década(s) que pretende ser compartida por todas y todos los abertzales del Iparralde. Con este objetivo, el sábado 27 de enero se celebrarán diversas reuniones del movimiento abertzale de Iparralde. Una vez más, los resultados de la encuesta son ricos en lecciones que pueden alimentar la reflexión vinculada a esta hoja de ruta. Volveré sobre esto en mi próxima columna.