Organización, lucha y victoria contra la explotación racista en Eroski
Comencemos. CECOSA es una empresa que trabaja para Eroski. En su almacén de Elorrio se almacenan productos no frescos que luego se distribuyen en los diferentes establecimientos de Eroski. Vamos, que hablamos del almacén de Eroski. En la planta de Elorrio hay dos tipos de trabajadores y trabajadoras. Por una parte están cooperativistas de Eroski; por otra parte, está el personal contratado directamente por CECOSA.
Aunque en teoría trabajaban codo con codo, hasta ahora la situación era muy diferente. La plantilla de CECOSA tenía condiciones mucho peores y hacía los trabajos más duros físicamente. Se les aplicaba el Convenio Estatal de Grandes Almacenes. Un convenio que, a diferencia de lo que Eroski dice que le gusta, ni es de ‘aquí’, ni es ‘local’, ni es ‘bueno’, ni genera ‘riqueza’ para la plantilla. Un convenio de miseria, como vienen a ser los convenios estatales. Hartos de su situación, comenzaron a organizarse. En junio de 2023 se hicieron elecciones sindicales, donde ELA consiguió una amplia mayoría (6 de 9 delegados).
Plantilla racializada, trabajo inhumano
Una vez organizada sindicalmente, la plantilla comenzó a dar pasos en su lucha por mejorar las condiciones laborales. Janire Ornés, responsable de ELA-Zerbitzuak, habla de la lucha de la plantilla de CECOSA. “Estamos ante una plantilla totalmente racializada y masculina; solo 4 de las 130 personas que trabajan en CECOSA son mujeres”.
Personas que trabajaban codo con codo con cooperativistas de Eroski y que, en teoría, hacían las mismas funciones de carga y descarga. Bueno, lo dicho, en teoría. “Manipulaban tres productos que los cooperativistas no hacían: piensos, agua y detergente. Es decir, los productos que más pesan solo los manipulaban ellos. Hacían el trabajo sucio. ¿Por qué va a cargar un cooperativista con el peso si para eso ya estaban los de CECOSA?”, se pregunta irónicamente Janire Ornés.
“Cuando se constituyó el Comité de Empresa, –continúa–, la plantilla comenzó a plantear a la dirección sus reivindicaciones, sobre todo las relacionadas con la salud laboral y la dureza física. La empresa comenzó a dar largas. No respondían, hasta que nos dieron una reunión en diciembre, en la que nos emplazaron a hablar en enero. Claro, diciembre es época de muchas ventas, un mes clave para ellos, por aquello de la campaña de Navidad. No podíamos dejar pasar esa oportunidad, y por eso convocamos una semana de huelga en diciembre, del 11 al 16. La convocatoria y la huelga tuvieron el respaldo casi unánime de la plantilla”.
Reivindicaciones que, más allá de la cuestión económica, estaban relacionadas con la salud laboral. “El tema económico, por supuesto, era muy importante, pero no era solo un problema de dinero.
Los trabajadores de CECOSA siempre destacaban los aspectos relacionados con la dureza de su trabajo a nivel físico como prioridad a la hora de negociar con la empresa. Por ejemplo, uno de los principales planteamientos era que los 20 minutos del bocadillo contaran como jornada efectiva de trabajo. O, por ejemplo, también había cuestiones relacionadas con la manipulación de las cargas. Todas las cargas las hacían de manera física, sin usar ningún tipo de maquinaria. Era un trabajo muy duro a nivel físico”.
Nueva convocatoria de huelga… y acuerdo
Tras la exitosa semana de huelga, la empresa seguía sin atender las peticiones de la plantilla, por lo que la convocatoria de huelga se amplió con otra convocatoria en diciembre, en este caso del 20 al 25. Una semana de huelga que no se celebro, porque en vísperas de la convocatoria se logró un acuerdo.
Janire Ornés valora de manera muy positiva el acuerdo. “El acuerdo es para dos años, 2024 y 2025. A nivel salarial la subida es considerable; en 2025 el salario será de 22.618,37 euros, lo que supone un incremento del 22,94%. Además, CECOSA reconocerá la antigüedad y abonará las cantidades correspondientes a este concepto, lo que supondrá en función de la fecha de ingreso en la empresa una cantidad que supondrá entre 255,79 y 481,77 euros anuales”.
Pero, siendo muy importantes, las mejoras relacionadas con los salarios no son las únicas medidas importantes acordadas. “Las condiciones laborales eran inhumanas a nivel físico. Los temas relacionados con la salud laboral acordados también son muy importantes La jornada se reducirá de 1.770 horas anuales a 1.700 horas. Además, se ha acordado establecer los medios mecánicos necesarios para disminuir el esfuerzo físico que el trabajo de almacenaje supone”.
Este acuerdo supone un primer paso para seguir luchando y mejorando las condiciones en CECOSA. “Nuestra gente está muy contenta. Valoran que han conseguido mucho con una sola semana de huelga, gracias a su lucha y cohesión. Esto solo es el comienzo. Dentro de dos años nos tendremos que volver a juntar para negociar el nuevo convenio, y la empresa ya sabe quienes somos y que no vamos de farol. Ya saben que hay una plantilla unida, organizada y con ganas de luchar. Y saben también que la plantilla cuenta con el respaldo de un sindicato como ELA”.