¿Por qué no se cuenta toda la verdad?
En la CAPV, ante esta situación, LAB, CCOO y UGT confiaron por dos veces en alcanzar un Acuerdo Interprofesional (AI) con Confebask. No parece que lo hayan logrado. LAB, por su parte, fracasó también cuando planteó los Acuerdos Marco Sectoriales. No han explicado qué más les ha pedido la patronal para que el AI no haya sido posible. Confiaron en una patronal que, en los ámbitos que dependen de ella, bloquea los acuerdos porque sabe que la ley le ha dado mucho y le va a dar más.
Y de cara a los convenios de sector LAB, CCOO y UGT tienen una posición común. Hablan de garantizar unos “mínimos sectoriales” ocultando que, tras la reforma, eso es imposible. El sector ha dejado de ser un mínimo.
¿Por qué, sabiendo que la patronal bloquea los sectores y que éstos han dejado de representar ese mínimo obligatorio, LAB, CCOO y UGT se niegan a abrir la negociación en las empresas? ¿Por qué explican en los centros de trabajo que, para defenderse de la reforma, es igual tener un pacto que un convenio, cuando eso no es cierto?
¿Por qué, sabiendo que la patronal bloquea los sectores y que éstos han dejado de representar ese mínimo obligatorio, LAB, CCOO y UGT se niegan a abrir la negociación en las empresas?
CCOO y UGT son aun más explícitos. Quieren cerrar los sectores como están. Es lo que vienen haciendo donde tienen mayoría: aceptar la caída salarial y la reforma. Su objetivo en Hego Euskal Herria es que se aplique el Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) que firmaron en Madrid con la CEOE. Un acuerdo que establecía un límite a las subidas salariales de “hasta el 0,6%”, y del cual la CEOE ha dicho que no lo piensa cumplir. CCOO y UGT, desde la reforma de Zapatero, optaron por centralizar la negociación colectiva para vaciar de contenido los sectores en Euskal Herria. CCOO ha llegado a manifestar que “hay que aprovechar la ultraactividad para avanzar en la construcción de un mapa ideal de negociación colectiva” que fortalezca los ámbitos sectoriales estatales. La patronal usa la ultraactividad para bajar salarios, y CCOO, para reforzar el marco español. Curiosos aliados de LAB para llevar adelante el Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social.
Sinceramente nos parece incomprensible la negativa a abrir, con otra relación de fuerzas, la negociación de convenios en las empresas para romper los bloqueos que impone la patronal en los sectores.
Sin embargo, a pesar de la dificultad, no todo es negativo. Se han cerrado más de 100 nuevos convenios de empresa que incorporan cláusulas antirreforma. Entre esas 100 también hay pymes. Es posible negociar si la gente se organiza. No tiene más misterio. En Gipuzkoa, ADEGI bloqueaba el convenio de Residencias. No quería ninguna referencia antirreforma, a pesar de que la Diputación ponía financiación pública para hacer posible un acuerdo. Ante ese bloqueo, ELA decidió ir empresa por empresa, y hoy más del 80% de las trabajadoras –en su mayoría mujeres- tienen su convenio de empresa firmado. Otro ejemplo: Euskal Dendak, una asociación de empresarios del comercio que no tiene reconocida formalmente la legitimidad para negociar los convenios porque se creó una vez constituidas las mesas, ha propuesto unos contenidos para un acuerdo que ELA valora muy positivamente. Más allá de su valor jurídico, esa oferta demuestra que es posible acordar convenios en parámetros distintos a los que imponen las patronales de Confebask. ELA está trabajando para que esos contenidos se apliquen a más trabajadores y trabajadoras en el Comercio.
Es cierto que todos los problemas no admiten las mismas soluciones. Decir lo contrario sería una estupidez; pero una cosa es eso, y otra, muy distinta, decidir que jugamos el partido exclusivamente en el terreno que más le interesa a la patronal; donde ella –que tiene el monopolio de la representación- ejerce el veto y es más fuerte. ELA no va a renunciar a otros resultados en la negociación colectiva con otra relación de fuerzas. Es obligado sacar conclusiones de aquellos países en los que se han aplicado reformas similares. Las reformas, acompañadas de la renuncia a la acción sindical en las empresas, han tenido un impacto demoledor sobre las condiciones de trabajo y el sindicalismo. En Inglaterra, por ejemplo, la cobertura de la negociación colectiva ha caído del 80% en los años 80, hasta el 20% actual.
Las reformas se han hecho para convertir al sindicalismo en algo irrelevante y que acompañe la deshumanización del trabajo. Lo conseguirán si no tenemos base organizada en las empresas. ELA no acepta que la culpa la tengan los salarios. Es más, afirmamos que hay que defender los salarios porque es justo y porque defendiéndolos, defendemos el empleo.
Las reformas se han hecho para convertir al sindicalismo en algo irrelevante y que acompañe la deshumanización del trabajo. Lo conseguirán si no tenemos base organizada en las empresas
Quien crea que está todo hecho cerrando acuerdos sectoriales se equivoca; no va a ser así. El deterioro salarial y de las condiciones de trabajo que pretenden es brutal. También en Alemania se pensaba que “ordenando” la negociación sectorial todo estaba hecho. No ha sido así. En Alemania han destrozado la eficacia de los sectores extendiendo los minijobs (hoy llegan a representar un 25% del total de contratos en Alemania), con salarios inferiores a 450 € y sin protección social. Pues bien, la siguiente reforma que prepara el PP -así se anuncia- quiere “rematar” la anterior para que las nuevas contrataciones se realicen en condiciones muy inferiores a las reguladas en convenio. Igual que en Alemania: pura explotación. Los sindicatos tenemos la obligación de ver lo que viene.
Es verdad que a nuestra gente le podemos decir: “no te preocupes, que lo solucionamos nosotros”. Ese fue el mensaje que LAB, CCOO y UGT lanzaron cuando apostaron por el Acuerdo Interprofesional. La patronal quería un acuerdo similar a los que firma en España, que no le obligue mientras destruye salarios y empleo. Ahora, tras el aparente fracaso de su apuesta, las prisas y la improvisación sustituyen la falta de estrategia frente a una patronal que conoce como nadie las debilidades de unos y de otros. No se negocia donde uno quiere, sino donde se puede. ELA va a insistir hasta la extenuación en la necesidad de organización; en esta fase es lo único que tenemos.
Adolfo Muñoz “Txiki”
Secretario General de ELA