Trabajando por un Internet democrático y soberano

2024/09/23
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Internet fue al principio un espacio de la libertad, pero hoy se ha convertido en un territorio controlado, en manos de grandes empresas. En este contexto, la necesidad de recuperar Internet para lograr la soberanía tecnológica y el bienestar común es cada vez más urgente. Las autoras y activistas Simona Levi y Marta G. Franco replantean en sus últimos libros "Digitalización democrática" y "Las redes son nuestras" la relación entre ciudadanía, tecnología y democracia, abriendo la posibilidad de construir alternativas más viables y justas en el ámbito digital.

Gorka Julio, Talaios kooperatiba (esté artículo ha sido publicado en etzi.pm con licencia cc-by-sa

Distopía digital actual

Simona Levi, en su libro Digitalización democrática, hace una crítica severa a la evolución de internet. En palabras suyas, fue una utopía de la libertad, pero hoy en día se ha convertido en un espacio controlado, en manos de unos pocos. Los grandes empresarios controlan nuestras herramientas digitales cotidianas, como el correo electrónico o el almacenamiento de datos, y los datos de millones de personas están en sus manos. Levi dice claramente: "Cuatro o cinco tienen ocupado el territorio que en un principio debía ser libre".

Por su parte, Marta G. Franco, en su libro Las redes son nuestras, hace la misma crítica. Según ella, ha sido Silicon Valley quien se ha dedicado a controlar y monopolizar las herramientas digitales y las narrativas relacionadas con ellas. Franco recuerda que internet fue una invención colectiva, de la mano del movimiento hacker y la financiación pública, pero que este origen se ha hecho cada vez más invisible en beneficio del monopolio de unas pocas grandes empresas.

Recuperar el control: hacia una digitalización democrática

Ambas autoras subrayan que, aunque la situación actual está bajo el control de las grandes tecnologías, es posible recuperar un internet democrático. Levi propone utilizar el código abierto en los servicios básicos para romper así el control que tienen las grandes empresas. De este modo, se garantizaría un sistema digital más justo y basado en el bienestar de la ciudadanía, por encima de intereses comerciales; Levi también destaca la responsabilidad de lo público en ello.

Por su parte, Franco también hace un llamamiento a la acción proponiendo iniciativas viables que ya están en marcha. Prueba de ello es que la mayoría de los servidores y superordenadores del mundo funcionan con software libre, por lo que existe la tecnología necesaria para construir un internet más justo, pero se ha impuesto el modelo de negocio de Silicon Valley, que ha rechazado este software libre.

Soberanía digital y nuevas alternativas

Ambas autoras subrayan que el logro de la soberanía digital es fundamental, especialmente en Europa. Levi subraya la oportunidad que podemos tener en Europa para promover la defensa de los derechos digitales. Además, en el ámbito tecnológico, apunta a la necesidad de reforzar el papel de lo público, apoyar a las pequeñas empresas y crear un ecosistema cooperativo para que surjan alternativas reales en el ámbito tecnológico.

Franco recuerda que la soberanía tecnológica no se limita sólo a las herramientas tecnológicas, sino que también se extiende a la gestión del conocimiento digital. Frente a la reacción conservadora y el machismo, explica que los discursos del feminismo y contra el colonialismo son marcos ideológicos capaces de proponer tecnologías más justas, en las que el bienestar social, el cuidado del medio ambiente y una redistribución más equitativa de la riqueza se ponen en el centro.

Llamamiento a la acción colectiva

Ambos invitan a la ciudadanía a implicarse para recuperar un internet más democrático. Levi y Franco coinciden en que los cambios no provendrán solo de nuevas normativas o iniciativas individuales, sino de un esfuerzo colectivo que implica a gobiernos, instituciones, personas desarrolladoras y usuarias. En palabras de Franco, «no necesitamos herramientas perfectas, sino pensar qué ámbitos e instrumentos son adecuados y construir y cuidar con pragmatismo espacios digitales propios, autogestionados y más justos».

Proponiendo alternativas que primen la soberanía tecnológica y la democracia, ambas autoras lanzan un mensaje claro: la recuperación de internet es posible, pero para ello hay que actuar de forma colectiva, ya que hay que poner el espacio digital en beneficio del bienestar común, no en los intereses de unos pocos.

Fechas para guardar en la agenda

Estas dos autoras estarán en los próximos meses en Euskal Herria.
* 2 de octubre tarde: Marta G. Franco (Kaxilda – Donostia)
* 15 de noviembre tarde: Simona Levi (Torrekua – Orereta/Errenteria)

Más Información, en próximas semanas.