¿Qué modelo de fiscalidad queremos?
Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la UPV (conferencia pronunciada en el seminario Sistema fiscal en EH: diágnostico y alternativas, publicada en Gai Monografikoak 49)
¿Es esta recaudación suficiente? No es suficiente, a los actuales niveles de gasto, porque en el año 2014 que se recaudó el 19,2% del PIB a través de impuestos, el déficit del Sector Público Vasco estaba en torno al 1% del PIB. Es decir, con esto todavía no da, habría que recaudar un puntito más.
¿Es esta recaudación suficiente? No, no es suficiente
Pero ¿nos basta con lo que tenemos? ¿Creemos que la Ley de Dependencia está suficientemente desarrollada? ¿La Sanidad Vasca suficientemente dotada? Se trata de una respuesta subjetiva, y si la respuesta es que NO, quien crea que hay que mejorar los servicios del Sector Público Vasco pensará que hay que subir los impuestos, porque por lo menos, nos tendríamos que ir al 21% para tener una sanidad, una educación y unos servicios públicos de dependencia mínimamente razonables.
Lo que está claro es que incluso manteniendo los actuales niveles de prestaciones se necesita por lo menos un punto más de recaudación y que el crecimiento puede aportar la mayor parte de eso.
¿Cómo se comparan los impuestos en el País Vasco? ¿Son más altos o más bajos que en resto del Estado, Navarra, u otros países?
Si miramos la tradición histórica del IRPF vasco y la actual, se comprueba que el contribuyente vasco paga bastantes menos impuestos que el residente en el Estado
La presión fiscal en el IRPF es del 7% (de cada 100 euros de renta que se generan, 7 euros los recauda el IRPF en el País Vasco); es mayor que en Navarra, y algo menor que en el Estado. Vemos que esta tendencia se ha producido siempre; Navarra siempre ha tenido un IRPF mucho más bajo (grandes beneficios a la familia y a los hijos), y el País Vasco y el territorio común han tenido impuestos similares en cuanto a su presión fiscal. La presión fiscal en el País Vasco es un poco menor que en el resto del Estado y la de Navarra como un punto menor. No nos engañemos, que la presión fiscal del País Vasco sea un poco menor, significa que los impuestos son bastante más bajos. Si tomamos un mismo impuesto, progresivo, y lo aplicamos a un rico y a un pobre, está claro que el rico nos pagaría un impuesto más alto. De la misma forma, un mismo sistema fiscal aplicado a una región rica y a otra más pobre, debería dar lugar a una presión fiscal bastante más alta en la región rica que en la pobre. Por eso, el hecho de que el País Vasco tenga una presión fiscal algo menor que en el Estado significa que su impuesto es bastante más bajo. Si miramos la tradición histórica del IRPF vasco y la actual, se comprueba que el contribuyente vasco paga bastantes menos impuestos que el residente en el Estado. Aquí siempre ha habido un mejor tratamiento a la vivienda, los planes de pensiones, deducciones más altas, las plusvalías se indician... Hay un montón de elementos del impuesto que acaban implicando que se paga menos. Lo cual en cierta forma, supone hacer partícipe al ciudadano de los beneficios del Concierto Económico, porque este sistema da mucho más dinero que el sistema común. Parte de ese dinero adicional se traduce en un mayor gasto público, y otra, en impuestos más bajos.
Si miramos la evolución histórica veremos que siempre el Impuesto de Sociedades vasco ha recaudado bastante menos que en el Estado
El País Vasco es un 33% más rico que el resto de Estado, y aunque su presión fiscal es un poquito más baja, resulta que el País Vasco, recauda casi un 40% más per cápita.
En el Impuesto de Sociedades las cosas son diferentes. En el año 2012 vemos que en el País Vasco se recaudó el 1,5% frente al 2,2% del territorio común que es casi un 30% de diferencia. Si miramos la evolución histórica veremos que siempre el Impuesto de Sociedades vasco ha recaudado bastante menos que en el Estado. Dejando al margen los años de crisis, la realidad es que sistemáticamente los empresarios vascos han tenido unos impuestos 30% más bajo que los del resto de España. No hay más que mirar las normativas vascas: son realmente un catálogo de beneficios fiscales. Si alguien un día quiere hacer un catálogo de cómo dar dinero a las empresas no tiene más que mirar la normativa del Impuesto de Sociedades vasco los últimos años: incentivos, bonificaciones, vacaciones fiscales...
Estas diferencias no se producen porque los tipos sean más bajos: los tipos nominales no son más bajos. Son problemas del diseño del impuesto, son problemas de gestión
Aunque ahora el tipo del Impuesto de Sociedades en el País Vasco va a ser más alto que en el Estado, veremos que es un espejismo, que no es real.
Los impuestos municipales vascos también son más bajos que en el resto de España.
En general, allí donde el País Vasco ha tenido capacidad normativa, ha bajado los impuestos. Hasta la actualidad la política fiscal de los territorios históricos ha sido muy sencilla: se hace lo mismo que hace el Estado un poquito más tarde pero bajando los impuestos.
Sin embargo hay una paradoja. El País Vasco tiene una presión fiscal por impuestos concertados en el 2012 del 18,1% mientras que al Estado le corresponde un 17,9%. Navarra nunca ha tenido problemas para tener el impuesto más bajo, pero con ella nunca se han metido por razones evidentemente políticas y estratégicas. Navarra sistemáticamente ha tenido impuestos mucho más bajos que en el Estado, ha dado incentivos en el Impuesto de Sociedades, y jamás se le han recurrido las normas. En parte por razones legales, pero también por motivos políticos. Los navarros también se han portado "mejor" que las Diputaciones Forales: han aceptado cambiar el Convenio que tenía y hacerlo más costoso para ellos. Han retirado medidas voluntariamente para evitar conflictos. Ahora también, se ha hecho un apaño: en un momento en el que Zapatero necesitaba el apoyo del PNV, el PNV logró que se cambiaran unas cuantas leyes constitucionales para lo que se llamó el blindaje de las Normas Forales Vascas, que ahora tienen rango de Ley. Antes la facilidad de recurrir a las normas vascas era tan grande, que cualquiera que pasara por allí las podía recurrir; ahora ya, no.
El País Vasco si lo comparamos con otros países de la UE resulta que es uno de los que tiene impuestos más bajos. El año 2012, la presión fiscal por impuestos concertados era del 19,6%, 8 puntos por debajo de la media de la UE, por debajo también de la de Hungría, Estonia o Eslovenia. En cambio tiene una renta per cápita (sin corrección de poder de compra) cercano a la media europea. Estas diferencias no se producen porque los tipos sean más bajos: los tipos nominales no son más bajos. Son problemas del diseño del impuesto, son problemas de gestión.