Para tener la política social que necesitamos hay que acabar con la injusticia en el sistema fiscal

2015/07/20
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La Fundación Manu Robles-Arangiz Institutua organizó en colaboración con la UNED un seminario sobre el sistema fiscal vasco: diagnóstico y alternativas los días 18 y 19 de junio en Donostia.

 

Landeia, nº 206.

landeia 206El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz "Txiki", y el responsable del área social, Mikel Noval, cerraron el seminario sobre fiscalidad celebrado los pasados 18 y 19 de junio, organizado por la Fundación Manu Robles-Arangiz Institutua en colaboración con la UNED. En sendas intervenciones, se destacó que para tener la política social que necesitamos hay que acabar con la injusticia de nuestro sistema fiscal, al tiempo que se desglosaron las alternativas de ELA. Unas propuestas que recogen, entre otras cuestiones, medidas para la lucha contra el fraude fiscal y una estructura del IRPF más justa que elimine el trato privilegiado de las rentas del capital.

Mikel Noval defendió en su intervención que el debate fiscal no hay que dejarlo en manos de los llamados expertos, ya que es un asunto mucho más sencillo de lo que pretenden hacernos creer. “Se escudan en una supuesta dificultad para hurtar el debate a la sociedad y continuar con el secretismo. Los impuestos son los ingresos de las instituciones. Y los dos datos importantes son que deben ser suficientes para garantizar la política social y que el reparto del peso de los mismos debe hacerse de manera justa y progresiva: que pague más el que más tiene”, insistió.

En este sentido, Noval afirmó que los actuales sistemas fiscales de la CAPV y de Navarra son muy injustos y exigió una reforma fiscal radicalmente opuesta a las llevadas a cabo hasta ahora, “puro seguidismo de las del estado”.

El responsable de política social de ELA desgranó las principales propuestas de ELA, entre las que destacan la adopción de medidas contra el fraude fiscal; la recuperación de la progresividad perdida en la escala, acabando con el trato privilegiado a las rentas del capital; cambio radical del impuesto de sociedades, estableciendo un tipo mínimo del 24% y acabando con todo el regresivo sistema de exenciones y deducciones; cambios del impuesto de sucesiones y participación social en la política fiscal.

En otro momento de su intervención, el responsable de política social de ELA defendió que sea el Gobierno vasco y no las diputaciones quienes tomen las decisiones en política fiscal, así como la necesidad de dar pasos para lograr una autonomía fiscal total.

Finalmente, Noval incidió en la necesidad de seguir siendo didácticos con la política fiscal y movilizarse, porque “sin confrontación no habrá cambio”, afirmó.


“Desde fuera de las Instituciones, con plena autonomía, el sindicato tiene que interpelar, incluso a quienes llegan a las Instituciones afirmando que ellos son el cambio”,

En su intervención, el secretario general de ELA destacó la importancia de la fiscalidad para abordar una política social que se haga cargo de las miles y miles de personas que expulsa el sistema capitalista en la actualidad. En este sentido, adelantó la decisión firme de ELA de ocupar ese espacio de reivindicación, algo que el poder político y empresarial pretende negarnos. “El sindicato tiene opinión política, ve cómo las desigualdades sociales aumentan y está en la sociedad para condicionar otras políticas públicas. No es posible que la política de prioridad a lo social sin un cambio en profundidad de la fiscalidad”, afirmó.

Para posibilitar un cambio en esta materia, Muñoz abogó por la movilización social. “Desde fuera de las Instituciones, con plena autonomía, el sindicato tiene que interpelar, incluso a quienes llegan a las Instituciones afirmando que ellos son el cambio”, dijo.

El secretario general de ELA descalificó la política fiscal de la CAPV y Navarra, hecha a medida de las rentas altas y empresariales y renunciando al papel de la redistribución. En este sentido, criticó que la mayoría de las empresas vascas pagan entre poco y nada en el Impuesto de Sociedades, gracias a todo el sistema de exenciones, subvenciones y bonificaciones creados a la carta, al tiempo que defendió que reducir el Impuesto de Sociedades, en contra de lo que dicen patronales y gobiernos, no las convierte en más competitivas.

El fraude fiscal ocupó también parte de la intervención de Muñoz, quien dijo que no hay medios suficientes para perseguirlo porque no hay voluntad política para ello. “Por si esto no fuera suficientemente grave, a los evasores, además, las Haciendas les ofrecen sistemas de amnistía fiscal para que regularicen la evasión a un módico precio”.

En otro momento, el secretario general aseguró que la desinformación está en el origen del injusto sistema fiscal que padecemos. “Es inaceptable en una sociedad que se dice democrática que la información fiscal sea tan escasa, tan parcial y sesgada. Sin información y con encuestas manipuladas el debate fiscal, por ejemplo, deja de lado un hecho incontrovertido: los países europeos que mejor están respondiendo ante la crisis son aquellos que más presión fiscal y gasto social tienen”, explicó, para continuar afirmando que es igual de inaceptable que salvo la patronal nadie participe en la toma de decisiones sobre fiscalidad. “Lo hemos vuelto a ver en las vacaciones fiscales”, denunció indignado.

El secretario general concluyó asegurando que la fiscalidad –con el uso del Concierto y del Convenio Económico– se ha puesto al servicio de una política claramente antisocial y de derechas, y predijo que de los gobiernos salidos de las últimas elecciones no puede esperarse un cambio de política fiscal. “Las Administraciones dan por aceptado un marco de funcionamiento que reduce su intervención a la mínima expresión, y si se renuncia a la política fiscal no habrá ningún margen”.

Finalmente, afirmó que los cambios que necesitamos, con la actual correlación de fuerzas, no vendrán de la mera presencia institucional.