Tom Kucharz: "La UE es una maquinaria criminal dominada por tecnócratas"
Tom Kucharz, Ecólogistas en Acción, Conferencia en Bilbao el 14/06/2017
La Unión Europea, maquinaria criminal
Hablar de la lucha de las mujeres de las Residencias de Bizkaia o hablar de la ratificación del tratado CETA, es lo mismo.
La UE es una maquinaria criminal dominada por tecnócratas. Si ha habido un error político en el movimiento sindical europeo, ha sido pensar que era posible negociar con esa máquina al servicio del capital transnacional. Las políticas que se han hecho desde estas instituciones siempre fueron con el objetivo de reducir salarios, reducir pensiones, desmontar los marcos construidos con la lucha sindical, reducir los gastos públicos y también para aumentar las rentas del capital a costa de reducir las rentas del trabajo...
Los tratados comerciales son una manera para conseguir avances en la eliminación de derechos fundamentales
Hablar de la lucha de las mujeres de las Residencias de Bizkaia o hablar de la ratificación del tratado CETA entre la UE y Canadá, es hablar de lo mismo. No sólo porque España es uno de los 11 países que a liberalizado el sector de los cuidados en la residencias con el CETA, sino porque los tratados comerciales son una manera para conseguir avances en la eliminación de derechos fundamentales ...
Las políticas comerciales y de inversión de la UE utilizan los aparatos del Estado para transferir la riqueza de las mayorías sociales hacia las rentas del capital
El derecho comercial de la UE forma parte de las estructuras que hacen posible la corrucpción. Por la tanto las políticas comerciales y de inversión de la UE también podemos calificarlos como corrupción, porque utilizan los aparatos del Estado para transferir la riqueza de las mayorías sociales hacia las rentas del capital.
Argumentos contra el CETA
Quisiera destacar tres argumentos por los que un sindicato como ELA debería oponerse, en alianza con otros movimientos, a los acuerdos comerciales como el CETA:
La Comisión Europea está sistemáticamente impidiendo la prohibición de productos perjudiciales para los y las trabajadoras
1) Reducen el alcance de los derechos. El capítulo del CETA dedicado al trabajo no es vinculante; ninguna violación de los derechos laborales de ninguna de las empresas en el convenio del CETA podrá ser sancionado. Además se pierden derechos para el futuro, sobre todo en temas de seguridad y salud laboral.
La Comisión Europea está sistemáticamente impidiendo la prohibición de productos perjudiciales para los y las trabajadoras y el CETA, da un paso más allá: elimina la posibilidad de que en caso de voluntad política, futuros parlamentos lleven a cabo cambios regulatorios.
2) Suponen un salto cualitativo en la creación de una justicia paralela. Tratados que en algún momento se ratificaron pueden tener un impacto gigantesco no sólo años sino, décadas después.
El derecho internacional está obligando a seguir pagando indemnizaciones por haber tomado decisiones soberanas.
Un ejemplo reciente: un tribunal de arbitraje del Banco Mundial ha obligado a España a pagar 128 millones de euros por un cambio regulatorio en el sector de la energía en los años 2010 y 2014, en base a un tratado firmado hace 20 años llamado La Carta de la Energía. El derecho internacional está obligando a seguir pagando indemnizaciones por haber tomado decisiones soberanas.
Una de las luchas centrales del municipalismo está siendo la recuperación de servicios públicos. Esto choca de pleno contra el CETA y su sistema de arbitraje
Una de las luchas centrales del municipalismo está siendo la republificación de servicios de aguas, residuos etc. Todos ellos procesos que chocan de pleno contra el CETA y su sistema de arbitraje. ¿Cuántas demandas de empresas privadas puede haber en el futuro contra el gobierno de España si realmente conseguimos que en ámbito municipal se remunicipalicen estos servicios?
3) Limitan la participación democrática. Se crearán Comités Técnicos los cuales tendrán un amplio poder para tomar decisiones vinculantes sin pasar por el Parlamento Europeo, ni por los parlamentos nacionales. Estos comités van a interpretar los anexos del CETA, nombrar abogados para los sistemas de arbitraje... Es decir, la puesta en marcha de este tratado tendrá procesos sin ningún tipo de vigilancia, a través de este mecanismo de colaboración. Nadie controlará quién se reúne, dónde, qué se decide en esas reuniones, dónde están las actas...
La posición del movimiento sindical europeo es fundamental
Debemos reconocer que a raíz de la resistencia contra el TTIP, a partir de 2013, se ha consolidado un movimiento que ha logrado cambiar el posicionamiento del sindicalismo europeo mayoritario. Este logro ha alcanzado también el cuestionamiento del CETA.
En EEUU la no adhesión al Tratado Transpacífico ha sido gracias al movimiento sindical y y social
En Canadá y EEUU ha habido avances políticos aquí muy desconocidos. En el caso de EEUU, hay que aclarar que el Tratado Transpacífico había caído meses antes de que Trump llegara a la presidencia. Es un error vincular a Trump con la no la no adhesión de EEUU a este tratado. El gobierno de Obama no obtuvo el respaldo necesario para ratificar el tratado y eso fue gracias al movimiento sindical y social que luchó contra el tratado Transpacífico. En el Estado Español, en el Congreso de los Diputados, no se ha logrado una mayoría en contra de la ratificación del CETA, pero hay esperanzas en Europa: varios gobiernos regionales de Bélgica, la Cámara Alta de Alemania, Austria...
La reorganización de las élites en Europa y el debate sobre las alternativas
Durante campaña presidencial Macrón reconoció “que la campaña contra el CETA tenía sus razones” y anunció la puesta en marcha de un comité científico para revisar los contenidos del tratado. Además, Macrón ha propuesto un programa de compra pública europea de productos y servicios de contenidos locales y el control de la Inversión Extranjera Directa. Estas dos medidas son incompatibles con el CETA que él aprobó cuando era ministro de Economía. Este cambio de rumbo, muestra el impacto de la campaña popular en contra de los tratados de comercio e inversión.
Tenemos que tener la valentía de tener un espacio diferenciado que claramente hable contra la xenofobia y del populismo nacional. Pero también tenemos que situarnos claramente en contra este el eje Macron-Merkel.
Situarse políticamente en esa presión que las élites europeas están generando es enormemente complejo. Por un lado desde el polo Macron-Merkel nos dicen: más Unión Europea, más Neoliberalismo. Por el otro, se nos ofrece la xenofobia, la extrema derecha, Le Pen ... Tenemos que tener la valentía de tener un espacio diferenciado que claramente hable contra la xenofobia, el racismo, la extrema derecha o lo que ellos llaman el populismo nacional. Pero también tenemos que situarnos claramente en contra este nuevo “buen” polo, Macron-Merkel.
En el debate sobre las alternativas, debemos de tener en cuenta estos tres aspectos:
El gran reto del movimiento sindical es dónde y cómo creamos puestos de trabajo
1) Para enterrar el neoliberalismo y relocalizar la economía tenemos debemos compartir algunos criterios: la solidaridad con el sur global para revertir el neocolonialismo, un posicionamiento de economía feminista y el principio de justicia ambiental. El gran reto del movimiento sindical, se sitúa aquí: dónde y cómo queremos crear los puestos de trabajo.
La cuestión de la deuda está estrechamente vinculada con el comercio: hay que resolver el tema del superávit comercial de Alemania
2) Cambios que se pueden impulsar desde dentro de la UE sin romper con ella: la eliminación de subsidios “perversos”, externalidades que las propias políticas domésticas están generando, un salario mínimo, la creación de una comisión europea de la deuda...Es importante aclarar que la cuestión de la deuda está estrechamente vinculada con el comercio. Esto supone que hay que resolver el tema del superávit comercial de Alemania. La izquierda y el movimiento sindical tienen la responsabilidad de hablar de Alemania como un problema fundamental. Si no acabamos con el superávit comercial, no habrá ninguna solución para la desindustrialización, para el desempleo, el dumping social, ni para la generación de deudas públicas insostenibles.
3) En la negociación del Brexit la clave está en si el Reino Unido se queda o no dentro de la unión aduanera: el acuerdo comercial que se establezca entre Reino Unido y UE, será un “CETA plus” ya que contendrá todo lo malo del CETA más lo nuevo que se incorpore.