La trampa de los fondos europeos

2020/10/14
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En el mes de julio, el Consejo Europeo aprobó la propuesta de la Comisión del plan Next Generation EU (NGEU), que ponía encima de la mesa una dotación de 750.000 millones de euros para hacer frente a la situación provocada por el covid-19 en Europa. Un programa enmarcado dentro del refuerzo del presupuesto de la Unión Europea para los años 2021-2027 y con un montante que, después de una dura pugna entre los países denominados “frugales” y los del sur, quedaría dividido en 390.000 millones en transferencias directas y 360.000 millones en préstamos. Como ya analizamos en el documento Next Generation EU, un plan que no cambia el modelo europeo, ambas vías de financiación están sujetas a una alta condicionalidad y no dan respuesta a las necesidades existentes tras la crisis sanitaria, económica y social.

En el documento, además de valorar los mecanimos de recuperación y resilencia, se presentan las alternativas propuestas desde ELA.

Documento completo

Alternativas

Está claro que se necesita una alternativa,  tal como se recoge en el documento presentado en mayo “ Una salida justa”. Este cambio pasa por:

Permitir la financiación directa de los gobiernos por parte del Banco Central Europeo. Ello supone la derogación del artículo 123 del Tratado, que expresamente prohíbe esa posibilidad.


Romper con el marco presupuestario que se ha pretendido constitucionalizar en el ámbito europeo y en cada estado: acabar con los límites de déficit, deuda pública o regla de gasto; eliminar los mecanismos de vigilancia y control de la Unión Europea que se establecen a través de programas como el MEDE; dar marcha atrás en la reforma del artículo 135 de la Constitución y de las consiguientes leyes de estabilidad presupuestaria y financiera. La suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para el año 2020 y 2021 muestra el engaño de los supuestos efectos positivos de dicho Pacto y puede provocar que se endurezcan las condiciones en los próximos años.

Eliminación de la condicionalidad de las políticas europeas. Los fondos europeos que se trasladan a los gobiernos (mediante créditos o transferencias) no deben incorporar ningún tipo de condicionalidad que suponga recortes de derechos laborales o sociales, ni de aplicación de políticas de austeridad presupuestaria.

Auditoría de la deuda pública, moratoria de su pago y cancelación de la parte considerada no legítima. Como hemos señalado, esta crisis se produce en un contexto en el que la deuda pública en la Unión Europea es muy elevada y que se prevé que siga aumentando los próximos meses. Y se debe en gran medida a que tras la crisis de 2008 se rescató a la banca y se redujeron los impuestos al capital, estableciendo la prioridad del pago de la deuda sobre la cobertura de las necesidades sociales. Se debe realizar un proceso de auditoría ciudadana de la deuda, partiendo de una moratoria del pago de la misma y comprometiéndose las instituciones a no pagar la parte de la deuda que se declare ilegítima.


Tasa Covid. Que los costes económicos de la crisis sean sufragados fundamentalmente por un incremento de los impuestos a pagar por las rentas más altas, las empresas y el capital, que permita aumentar sustancialmente los presupuestos públicos. Se debe evitar que el aumento del déficit público conlleve posteriores ajustes estructurales. Ello conlleva un cambio radical de la política fiscal. También se debe imponer un fuerte tributo a los movimientos de capitales.


Desmantelamiento de paraísos fiscales Los paraísos fiscales no solo se encuentran en islas paradisíacas y podemos encontrar alguno de ellos dentro de la UE. Ninguna propuesta por parte de la Comisión se centra en el su desmantelamiento. Según un estudio de Tax Justice Network, las empresas estadounidenses dejan de pagar cada año alrededor de 25.000 millones de euros en impuestos corporativos por la existencia de paraísos fiscales como Luxemburgo, Irlanda o Países Bajos. Y, en cuanto a laevasión fiscal se refiere, según el informe “Brecha Fiscal en
Europa” del profesor de la Universidad de Londres Richard Murphy, informe que fue aprobado por la propia UE, cada año se deja de ingresar cerca de un billón de euros en Europa por este motivo (en España la evasión fiscal anual se cifra en 60.000 millones de euros, el mismo importe que el rescate a la banca en la crisis del 2008). Es necesario un
desmantelamiento total de los paraísos fiscales y un mayor control sobre la evasión fiscal. Estas cifras que acabamos de ver superan con creces, y en un solo año, la cuantía total destinada al fondo de reconstrucción Next Generation EU para los años en que se vaya a decidir su ejecución.


Luchar por una auténtica transición ecológica y energética En la línea del documento ReCommons: Manifiesto por un nuevo internacionalismo de los pueblos de Europa, la transición ecológica y energética tiene que estar basada en un control público-comunitario de las principales estructuras socio-económicas (por ejemplo, la energía), una reducción del impacto socio-ambiental de la producción y consumo capitalista, el fomento del desarrollo de la producción local y unas mecanismos que
permitan que la transición energética sea estable, predecible y sujeta a control democrático.


Poner la transformación digital al servicio de las personas El beneficio de la transformación digital tiene un componente de clase dependiendo cuál sea su fin. Se trata de un área que a priori puede beneficiar en mayor medida a las grandes corporaciones que a la clase trabajadora. Es necesario que la transformación digital se derive a mejorar la calidad de vida de las personas y no ponerla al servicio del capital. La eficiencia tecnológica debe ir orientada a ayudar a la disminución de la jornada laboral y a una mejora de los cuidados.