Mantener los ámbitos de negociación y las condiciones laborales
Mari Cruz Elkoro, ELA Zerbitzuak, Landeia nº 204.
Brevemente, ¿cuál es la situación de la negociación colectiva en los distintos sectores que componen Zerbitzuak?
Decía el experto Juan Torres que la reforma laboral de Rajoy ha supuesto una voladura controlada de los derechos laborales y sociales. En Zerbitzuak, a esto se le suma la Reforma de Zapatero, que ha puesto patas arriba una negociación colectiva que pivotaba sobre el convenio sectorial provincial.
Ello nos obliga a cambiar el chip en el concepto de la negociación colectiva, en nuestros planteamientos y formas de trabajo. Estamos obligados a hacer ingeniería jurídica si queremos mantener los ámbitos de negociación y las condiciones laborales.
¿Cuáles son los principales peligros a los que se enfrentan los trabajadores/as del sector?
Se ha desencadenado una estrategia de estatalización de la negociación: por una parte, estatalización de la negociación sectorial y, por otra, estatalización de los convenios de empresa. Esta estatalización persigue una degradación de las condiciones laborales actuales.
En una federación que se basaba, fundamentalmente, en el convenio sectorial provincial, este hecho se antoja muy grave...
Así es. La estatalización de la negociación sectorial nos puede venir por dos vías: a través del impulso de acuerdos marco estatales sectoriales, y de los convenios de empresa estatales.
Un ejemplo de los acuerdos marco estatales sectoriales es el convenio de colectividades o el de comercio. Estos acuerdos estructuran la negociación colectiva a través de la reserva de materias en exclusiva y decidiendo qué y dónde se puede negociar. Está el caso, por otra parte, de los convenios sectoriales estatales, donde además de poder reservarse materias, contempla más aspectos, como articulado del convenio (ejemplo reciente Droguerías), tablas salariales... Ambas posibilidades suponen un vaciamiento de contenidos de los convenios provinciales.
¿Cuáles son las consecuencias más graves?
En primer lugar, pérdida del ámbito de negociación y, por tanto, pérdida de nuestra capacidad de incidir en las condiciones laborales del sector. Y en segundo lugar, atendiendo a los contenidos que suelen recoger los convenios estatales, regresión en condiciones de trabajo.
Así mismo, como organización, este ámbito de negociación es letal para nosotros en la medida en que nuestra representación queda diluida y, por tanto, nuestra capacidad de incidir en las contenidos de los convenios, también.
La reciente victoria sindical lograda en Lidl demuestra un intento claro por parte de la patronal de lograr el segundo peligro del que hablabas: el impulso de convenios de empresa estatales.
Así es. Recientemente hemos logrado blindar los convenios de Lidl en la CAPV ante el intento de la empresa de negociar un convenio de empresa estatal.
Es evidente que en la medida en que estos convenios se generalicen la existencia de un convenio provincial sería irrelevante para estas empresas porque ya no les sería de aplicación.
¿Qué soluciones/alternativas planteamos?
Frente a la estatalización de los sectores planteamos el impulso de acuerdos Marco Sectoriales allí donde no los hay con el fin de estructurar a nivel de CAPV la negociación; se trataría de anticiparnos a la estructuración estatal. En Nafarroa, y puesto que los convenios son de Comunidad Autónoma, es en los propios convenios donde se puede estructurar la negociación. Aquí nos enfrentamos, además, a un problema de mayorías.
Frente a la estatalización de los convenios de empresa planteamos anticiparnos también y blindar las condiciones actuales a través del establecimiento de la prioridad aplicativa de los convenios de centro frente a posibles/futuros convenios de empresa estatal. Hoy la prioridad aplicativa es del convenio de empresa; nuestro planteamiento radica en establecer la prioridad aplicativa de los convenios de centro. Para ello hemos ideado cláusulas específicas.
El blindaje de las condiciones a través de negociaciones de centro lo podemos hacer a través del impulso de convenios de centro con todo el articulado o a través de la remisión en una primera fase a los convenios provinciales, blindados con la cláusula de la prioridad aplicativa, como hemos hecho en Lidl.
Afirmabas al principio que las distintas reformas han puesto patas arriba lanegociación colectiva. El cambio de chip es radical...
La nueva situación exige respuestas radicales. El reto es enorme, y para lograrlo tenemos que trabajar mucho porque es evidente que la exigencia hacia los delegados/as dista mucho de la que hemos tenido hasta ahora. Queremos pasar de la gestión del convenio a la construcción del convenio. Si esto hoy no es posible, tenemos que empezar por negociar a nivel de empresa aquellas cuestiones que pueden ser de interés para la plantilla y que poco a poco nos vayan llevando a una cultura de negociación. Si no podemos con el todo, empecemos por la parte.
Tenemos muchos elementos para trabajar: contratación, contratos a tiempo parcial, problemas de categorías, salud laboral... , elementos que enganchan rápido con la gente y que, por tanto, son una oportunidad para sindicalizar los centros de trabajo.
No podemos hablar de negociación colectiva en Zerbitzuak sin analizar lo que está sucediendo en el ámbito de la subcontratación pública...
Fruto de la política de ajustes, hoy los pliegos que regulan las adjudicaciones salen con recortes, que hacen inviable la aplicación del convenio y la garantía de las actuales condiciones de trabajo. Tenemos el ejemplo de la Viaria de Getxo, el conflicto de ambulancias... Sin duda, en el ámbito de la subcontratación la Administración condiciona el devenir de la negociación; es tanto o más responsable que las propias empresas.
Por otro lado, en el ámbito de las subcontratas el convenio de empresa no es una alternativa ya que no vincula a la empresa sucesora. Aquí también tenemos que ir al I+D+I: hablamos de convenios de centro que pretendemos se inserten en los pliegos de condiciones para garantizar las condiciones de trabajo. Esto afectaría a muchos sectores: Limpieza, Limpieza Viaria, Jardinería, Gestión deportiva, OTA, Oficinas y despachos (informática) y un largo etcétera. Tenemos que controlar las vigencias de los pliegos igual que si fueran convenios.
Las empresas de outsourcing son también un peligro real para la Federación.
Estamos convencidos de que la bajada de costes en las empresas va a venir de la mano de estas empresas. Hoy hablamos de la externalización en almacén, control de calidad o servicio informático, entre otros ejemplos. Es una fórmula muy rentable para la empresa: convenios estatales de empresa con salarios que rondan el salario mínimo interprofesional y jornadas de 1800 horas sin ningún tipo de cláusula que recoja mejoras sociales.
Esta fórmula está muy de moda entre las empresas de hostelería, donde ya hemos tenido alguna lucha sindical, como en el Hotel Abando, de Bilbao.
Un informe de la patronal estatal de hoteles concluye que en un plazo de 5 años el 60% del empleo en hoteles estará externalizado. La estrategia está perfectamente diseñada paso a paso y supone una rebaja importante de los costes salariales.
Lo comentado para hoteles es extensible para todos los ámbitos, ya que cualquier cuestión que se considere servicio puede ser susceptible de ser subcontratada a través de esta modalidad. La consecuencia es que puede suceder que tengamos un maravilloso convenio provincial que cada vez se aplique a menos gente que trabaje en este sector.
¿Es posible parar la externalización?
Sin duda. La manera más garantista de blindarnos frente a esta lacra es a través de cláusulas en cada empresa que impidan la externalización de los servicios. Y esto lo tenemos que hacer empresa a empresa.
Los datos apuntan un incremento tremendo de la contratación a tiempo parcial. ¿Cómo valoramos este hecho?
Esta modalidad de contratación, que tiene, por otra parte, una connotación de género evidente, ya que un porcentaje muy elevado está dirigido a mujeres, se está extendiendo como la pólvora.
Está claro que hay un interés político en extender este tipo de contratación, que se ha convertido en la nueva modalidad de precariedad laboral. Con el agravante, además de que estos contratos son fraudulentos en la mayoría de los casos y que se utilizan como una fórmula de flexibilidad laboral para las empresas.
Tenemos también alternativa para combatir esto, y es un elemento de trabajo en las empresas y en la negociación de los convenios. Para ello tenemos que partir de diagnósticos claros: a cuánta gente afecta en cada empresa y por dónde podemos empezar.
La situación que describes es, como poco, compleja. Sin embargo, el mensaje que quieres lanzar es de optimismo y confianza.
Evidentemente tenemos retos y desafíos importantes que exigen diagnósticos certeros y, en ocasiones, mucha imaginación para idear claúsulas que nos blinden, iniciativas para generar discurso y socialización como la ILP y las mociones, fórmulas que hasta ahora no nos planteábamos. Vale casi todo. No tenemos un único planteamiento.
Necesitamos trajes a medida en función de las características del sector. El único denominador común es que para el éxito de cualquiera de ellos se requiere organización y afiliación.
Hablando de afiliación. ¿Cómo váis en este tema?
La gente se afilia si el sindicato le resulta útil. Y algo estaremos haciendo bien, porque lo cierto es que mucha gente se está afiliando al sindicato. Ese es nuestro objetivo: ser un instrumento útil para la clase trabajadora.