Entre consenso y transformación: las dos lógicas de la renovación sindical
Melisa R. Serrano, Documento completo
"...planteo que hay dos lógicas de renovación sindical, de consenso y de transformación, que coexisten en cualquier sindicato. Mientras que un régimen o contexto institucional dado puede imponer una lógica dominante de renovación sindical, la otra típicamente existe de manera subordinada. La precaria coexistencia de ambas lógicas significa que, con frecuencia, la incoherencia define la estrategia de renovación de un sindicato. Además, las uniones son muy capaces de operar simultáneamente en contextos institucionales dominados por diferentes lógicas, oscilando entre ellas según las circunstancias. Esto sugiere que la interacción entre estas dos lógicas es fluida, y no fija.
¿Cuáles son los rasgos característicos de estas lógicas? La lógica de consenso está profundamente inserta y condicionada por el entorno exterior de un sindicato. Busca soluciones a corto plazo a problemas que afectan a los sindicatos (como la caída de afiliación o la pérdida de influencia) en el seno de las relaciones económicas y sociales existentes, y con frecuencia supone mecanismos “apagafuegos”. Esta lógica implica medidas que, ante todo, defienden las fuentes existentes de influencia y poder sindical (negociación centralizada, comités de empresa o vínculos con partidos políticos). No desafían ni buscan alterar las relaciones sociales y de poder dominantes. Se dice que los sindicatos que siguen esta lógica basan sus acciones en la “completa realización del sindicalismo realmente existente (…) No son críticos, en el sentido de que no aplican la crítica del orden social dominante a los sindicatos o redes que están describiendo… y promoviendo” (Waterman, 2004:224). Los sindicatos que siguen esta lógica pueden, de hecho, utilizar otras estrategias más allá del repertorio tradicional para mejorar su fuerza estratégica o capacidad organizacional (formación de coaliciones con otros movimientos sociales, concertación estratégica con los empleadores), pero sin alterar sustancialmente su identidad y estructuras organizativas. Evitan las tácticas de militantismo y de confrontación y prefieren, por el contrario, las relaciones de colaboración con empleadores y el estado.
Por otra parte, la lógica transformadora trata de desafiar los regímenes institucionales existentes o la política económica dominante. Es militante y radical, ya que trata de atacar las raíces de la crisis del sindicalismo. De la misma manera, la lógica de transformación busca “construir la democracia movilizando a los propios trabajadores para desafiar directamente la autoridad y la jerarquía imperantes” (Friedman, 2009: 142). Varios autores asocian la vertiente transformadora de la renovación sindical con el sindicalismo de movimiento social. Para Waterman (2004:249), esto sobrepasa los modelos de sindicalismo económico, político o político-económico “dirigiéndose directamente a toda forma de trabajo, adoptando formas socioculturales y apelando a la sociedad civil”. El creciente uso del repertorio de un movimiento social en cuanto a la organización de campañas y acciones políticas, especialmente en las ELM, ha sido subrayado por numerosos estudios (Frege and Kelly, 2003; Turner, 2006; Waterman, 2004; Wever, 1998). Los métodos incluyen la combinación de la negociación con la acción política, organización basada en la comunidad, una mayor implicación y participación de la afiliación en las actividades sindicales y en la toma de decisiones y tácticas militantes.