Combatir la precariedad de todas las personas: hacia un sindicalismo antirracista
Índice
I- El marco general
II- Situación de las personas migradas
III- Conflictos en contra de la precariedad
IV- Propuestas de ELA
ELA está comprometida en ser un sindicato antiracista. Esto interpela a la acción en los centros de trabajo. Combatimos una precariedad que está atravesada por elementos como el género o la raza y en muchas ocasiones los sectores más precarios son los feminizados (sectores de cuidados, limpieza, comercio, conserveras etc.) y donde trabajan las personas migrantes (Industria de la Alimentación, Construcción, hostelería etc.).
En los últimos años hemos conseguido organizarnos y combatir la precariedad en muchos centros de trabajo donde la tasa de personas migrantes es muy alta. Tenemos ejemplos por toda Hego Euskal Herria:
- En la Ribera de Navarra tenemos gran representación en empresas tan importantes como Uvesa o Congelados de Navarra.
- En Iruñea conseguimos el primer convenio de empresa en Navarpluma tras 41 días de huelga.
- En Araba, en la empresa Ferrovial de Araia se consiguió una subida salarial de más de 3.500 euros tras 37 días de huelga.
- En Bizkaia, en los hoteles NH y Barceló-Nervión de Bilbo conseguimos una subida salarial del 48% tras 47 días de huelga. "Sindicalizarnos nos cambió la vida: pasamos de vivir en una habitación a vivir en un piso"
- Hace solamente unos meses, en Cecosa, filial de Eroski, alcanzamos un acuerdo por el cual se conseguían subidas salariales del 23% tras 5 días de huelga.
- Por último, en Gipuzkoa, ELA ganó una sentencia contra Amazón por cesión ilegal y consiguió la nulidad de 60 trabajadores/as.
- Así mismo, ELA consiguió destapar las deleznables condiciones en las que trabajaban los y las trabajadoras en las obras de Anoeta.
Los conflictos mencionados tenían algo en común; se trataba de plantillas compuestas por personas migrantes y en la mayoría de los casos se contrataba deliberadamente a dichas personas para poder precarizar más las condiciones de trabajo, a sabiendas de que en este colectivo las necesidades son mayores.
En todos estos casos hemos demostrado a las empresas que cuando nos organizamos, somos capaces de enfrentarnos de manera colectiva a la precariedad. Vamos a seguir en esta vía, que no es posible sin la solidaridad entre las personas trabajadoras y sin la caja de resistencia, que nos permite permanecer en la huelga el tiempo necesario.