Una oportunidad para construir un modelo comunitario y colectivo
Los gobiernos español y francés están aprovechando la alarma generada por la pandemia del coronavirus para acentuar la recentralización del estado, y están adoptando todas las medidas necesarias a ese fin. Sin embargo, en este contexto creemos que reivindicar la soberanía es una necesidad más urgente que nunca. Necesitamos soberanía política y material; para ello los instrumentos públicos y comunitarios que sostienen la vida deben estar bajo control de la ciudadanía y en función del derecho a decidir.
Es lícito tener miedo, pero también resulta un aliado peligroso. En un momento en que la interdependencia de la naturaleza y las personas ha quedado más clara que nunca, no permitamos que la lógica neoliberal abra nuevos caminos. Tenemos que asumir juntas la confrontación con el proceso de individualización del neoliberalismo, dando prioridad a los instrumentos organizativos de los sectores populares más amplios, para hacer frente a esta crisis multidimensional.
El capital tiene una lógica implacable: explorar nuevos nichos de negocio y servirse de la crisis para hinchar beneficios, profundizando en la precarización y explotación de la clase trabajadora y los sectores populares. Necesitamos un nuevo modelo de empresa y de economía, basado en la democracia económica, para poder hacer frente a la situación como pueblo.
Es más urgente que nunca poner coto a la lógica del crecimiento infinito: tenemos oportunidad de hacerlo asumiendo nuevas costumbres, valorando como merecen los trabajos de cuidado, emprendiendo la lucha por un modelo comunitario y colectivo. Es el momento de poner límite a la explotación de la naturaleza, profundizar en el desarrollo de los servicios públicos y abordar con fuerza el proceso soberanista que necesitamos para poder decidir nuestro futuro. ¡Es el momento de sumar y articular fuerzas en torno a un nuevo modelo!
¡UNA VIDA SOBERANA, DE PLENO DERECHO!