Este mediodía los Artesanos de la Paz han dado una rueda de prensa en Baiona. Allí han presentado un extenso y bien fundamentado documento que corrige el presentado por el lehendakari Urkullu en 2019. Los artesanos aseguran que es normal que haya puntos de vista diferentes entre el Gobierno Vasco y ellos, pero el problema es que "ese documento oficial del Gobierno Vasco, dicen los Artesanos, contiene falsedades dolorosas, aún más intolerables, porque el autor ha querido dejarlo en un archivo de la memoria histórica, al servicio de la convivencia y los derechos humanos".
Merece la pena leer el documento completo, pero, aquí te dejamos, a modo de flash, algunos temas que aparecen perfectamente documentados en el trabajo presentado. Te aseguramos que merece la pena.
Reescritura interesada de la historia: Los Artesanos de la Paz afirman que el informe del Gobierno Vasco ofrece una versión parcial y falsa del proceso de desarme, minimizando la aportación de los Artesanos y presentando al propio Gobierno como actor central, papel que no tuvo de ninguna manera.
Desacuerdo sobre la Operación Luhuso: Mientras el informe del Gobierno Vasco califica de fracaso la operación de Luhuso, los Artesanos de la Paz dicen que fue clave para desbloquear el proceso de desarme y cambiar la actitud de los Gobiernos francés y español.
El papel del Gobierno Vasco en las negociaciones: el informe del Gobierno Vasco pretende asignarse un papel en las negociaciones con Francia, pero los Artesanos de la Paz aclaran que las discusiones con París se hicieron directamente con los prefectos y representantes franceses, no con los mediadores vascos.
Falsas acusaciones sobre las intenciones de los Artesanos: el informe acusa falsamente a los Artesanos de la Paz de querer organizar una manifestación festiva el 8 de abril de 2017 y de pretender destruir las armas, cuando lo cierto es que siempre promovieron una movilización digna y respetuosa con las víctimas, así como una entrega controlada y verificable de las armas.
Rechazo al plan de los Artesanos: El Gobierno Vasco inicialmente calificó el plan de los artesanos de "irrealista" e "irresponsable", pero los hechos demostraron que fue el único modo de hacer viable el desarme total, sin incidentes ni detenciones.
Relación con el Gobierno francés: Los Artesanos de la Paz dicen que tuvieron una relación más fluida y constructiva con el Gobierno francés que con el Gobierno vasco. De hecho, el Gobierno Vasco se mostró receloso y reticente a reconocer la capacidad de los Artesanos para dialogar con las autoridades francesas.
Discrepancias sobre la jornada del 8 de abril de 2017: Los Artesanos de la Paz acusan al Gobierno Vasco de intentar introducir cambios en el plan para el 8 de abril.
Afirmaciones falsas sobre la legalidad del proceso: El informe de Urkullu sugiere que los Artesanos de la Paz no respetaron la legalidad del desarme, mientras que éstos dicen que siguieron las directrices del Gobierno francés y que, aunque algunas acciones estaban al borde de la legalidad, se justificaron para evitar la violencia y lograr el objetivo.
Falta de reconocimiento y apoyo: Los Artesanos de la Paz afirman que el Gobierno Vasco no reconoce ni apoya su labor, a pesar de que representantes del Gobierno francés y de otras instituciones reconocieron la importancia de los Artesanos para lograr un desarme total, verificado y no violento.
Falta de lealtad: El Gobierno Vasco filtró a los medios de comunicación el formato operativo preparado por los Artesanos para el 8 de abril de 2017. Esta filtración provocó que los Artesanos de la Paz perdieran la confianza en el Gobierno, y a partir de entonces no le pudieron compartir información relevante.
Cada vez más condiciones: Cuando los Artesanos de la Paz cumplían todas las condiciones establecidas por el Gobierno Vasco, éste añadía otras nuevas, exigiendo siempre más pasos. Esto convirtió al Gobierno en el principal obstáculo para los Artesanos, e hizo casi imposible la relación de trabajo. El Gobierno francés no incurrió en este tipo de comportamientos y mantuvo conversaciones basadas en la confianza.
Tremenda dependencia del PP: Los Artesanos de la Paz dicen que el Gobierno Vasco creía al gobierno del PP y a Mariano Rajoy, aunque se supiera que el Gobierno español mentía y quería entorpecer el proceso con detenciones. Tras las conversaciones mantenidas entre Rajoy y Urkullu, parece que el Gobierno Vasco actuó en un estado de nerviosismo. Lo que decía Rajoy sobre el Gobierno francés no concordaba con lo que los Artesanos de la Paz oían en sus conversaciones directas en Francia. Esto debilita la posición del Gobierno y hace que pierda el control del proceso.
Falta de visión y de rumbo claro: en los últimos días de desarme, el Gobierno Vasco se centró, en Arkaute, en una organización estéril de la semana, mientras que el Gobierno francés y los Artesanos de la Paz estaban preparando el proceso. Los principales actores políticos y sindicales apoyaban el desarme y los parlamentos de Nafarroa y de la CAPV también dieron su visto bueno. El Gobierno, en cambio, se autoexcluyó de esta corriente y perdió también la posibilidad de capitalizar su intervención en el proceso.
Desprecio a Iparralde y a los Artesanos de la Paz: El Gobierno Vasco no creía que los Artesanos de la Paz pudieran tener contacto directo y acceso directo a los altos representantes del Gobierno francés. Es sabido que el modelo de gestión del Gobierno de Vitoria está especialmente alejado de la participación natural de la sociedad civil, lo que provocó una falta de entendimiento en todo el proceso, que condicionó toda la estrategia gubernamental, dejándola sin capacidad para entender y asimilar la realidad.
