Los que más sufren necesitan cambios radicales
Qué referente político vamos a marcar los que nos sentimos abertzales? Unos hablan de autogobierno, otros de soberanía. A nosotros en ese sentido nos gusta hablar de soberanía. No de soberanía en términos de slogan, sino soberanía práctica. Nosotros entendemos la soberanía plagada de hitos reales que tienen que ver con las necesidades de la gente que vive en nuestro país; y hoy evidentemente lo social es una prioridad.
Si la referencia al cambio es la apelación al consenso con quienes hasta ahora han formado el stablishment político que ha dado cobertura a las políticas neoliberales, esto no tiene solucion. No va a haber ningun acuerdo con los gobiernos vasco y navarro en clave de progreso. Son fieles guardianes de los intereses del capital. Lo han sido hasta ahora, y lo van a seguir siendo. Nosotros esperamo más de las fuerzas de progreso de este país, por estricta necesidad. Si no hay vocacion individual de desobediencia no condicionada a lo que hagan los otros no se van a dar pasos en las necesidades que en estos momentos tenemos.
No decimos que no hay que coger poder institucional, faltaría más, sería una estupidez. Pero hoy en función de los estrechísimos márgenes que le concede al poder institucional el pacto que existe entre el poder económico y el poder político, nosotros no vemos otro camino que la desobediencia, y la desobediencia ha sido siempre la madre de todos los derechos. Hay que abrir una crisis real en la política, y el que la haga va a obtener credibilidad entre los que más sufren.
La economía real sólo la defendemos los movimientos sociales y los sindicatos. La patronal no la defiende, porque sino estaría muy preocupada con lo que sucede. La patronal tiene dentro a la banca. La no salida estructural no se socluciona con matices, esto tiene solución en el cambo de las politicas radicales. Hoy más que nunca hay un montón de elementos que suegieren a la política, si es que quiere, coger el toro por los cuernos de lo social y hacer un planteamiento de fondo. Hoy más que nunca quien haga eso va a empalmar con las movilizaciones que estamos haciendo. Va a empalmar con el sentimiento social de mucha gente que lo esta pasando muy mal, y nosotros les vamos a aplaudir.
La sociedad cada vez es más consciente del empobreciemiento que están produciendo las medidas que nos imponen. La gente con la que tienes oportunidad de hablar, la tendera de debajo de casa, el carnicero, el taxista, los trabajadores que ven como se les está chantajeando con sus salarios, los desempleados que ven como rebajan sus prestaciones... la gente está aterrada. El aterramiento hay que vencerlo. El poder sin miedo no es nada. Nuetra función, la del referente sindical entre otras, tiene que ver con los elementos de pedagogía. En dejar claro que la política no sobra. Los que sobran son los títeres y las marionetas en la política. Nosotros reivindicamos una política que sepa decir no, y en ese sentido nos damos cuenta que cada vez hay mas personas que están viendo como sus intereses y expectativas están siendo lesionados, y necesitan ver en el mundo social, en el mundo sindical, y tambien en el mundo político referentes creíbles. Hay que reivindicar esa dignidad, esa honestidad en la gestion de las cosas publicas. Hay que hacer un trabajo ingente para vencer ese miedo y en ese sentido la huelga general, quinta en tres años, es un instrumento como ningún otro para concitar la posibilidad de que todos los agraviados podamos salir a la calle y democraticamente defender un cambio en las políticas. Y no hay ningun otro elemento que presione a la clase política para que despierte y haga el papel que le estamos exigiendo. La única manera de frenar lo que tienen diseñado es una contestación social tremendamente mayoritaria en las calles que exija ese cambio en la política.
Estamos por la unidad de acción. Alianzas sí pero hay elementos de fondo que para nosotros son extermadamente importantes: el sindicalismo español no respeta las mayorias en nuestra nación, siguen dando cobertura a los gobiernos vasco y navarro sin suspender su presencia de las mesas de diálogo social, cuando todas las políticas se deciden unilateralmente, y el sindicalismo español haciendo uso de la ley, hecha a su medida, está centralizando la Negociación Colectiva, quitándonos el derecho a decidir qué y dónde negociar las condiciones de trabajo. Son elementos sustanciales, que nosotros referenciamos y en la medida en que esos elementos no se resuelvan se justifican las diferencias entre ellos y nosotros. Ahora estan pidiendo un referéndum que no pidieron cuando el 2011 firmaron el acuerdo de pensiones que retrasaba la edad de jubilacion a 67 años. Entonces ni se acordaron de nosotros. Hay que decidir entre estar en mesas vacías de contenido o estar en la calle como referente claro de movilizacion y alternativa.