Miren Etxezarreta: «La mochila austriaca tiene piedras dentro, no la merienda para la excursión»

2021/01/29
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La economista Miren Etxezarreta ha publicado ‘La mochila austriaca, qué supone el modelo de pensiones e indemnizaciones de la derecha europea’, una obra divulgativa en la que desmenuza claramente el impacto de esta medida sobre la clase trabajadora.

Gessamí Forner, publicado en El Salto.

¿Cuál es la definición de mochila austriaca?

Es un modelo de cambio en las relaciones laborales que se inicia en 2003 en Austria y que ha gozado del favor de algunos partidos políticos españoles y de asesores importantes del Estado. Es un fondo que se establece para cada trabajador asalariado en función del salario que tiene y que se va acumulando en el tiempo que está trabajando en esa empresa, pero cuando el trabajador se va de la empresa, se la lleva consigo, puede disponer de ella o llevarla a la siguiente empresa. La mochila es un extra salarial que el trabajador acumula y que, al final de su vida laboral, si no la ha utilizado antes, se queda con ella.

¿Una definición corta de mochila austriaca es que nosotras mismas nos pagaríamos nuestro propio finiquito y pensión?

Depende mucho de quién va a financiar la mochila austriaca. En el caso de Austria, la financian las empresas, pero en el Estado español no está definido si se pretende integrar en los convenios salariales, es decir, si el propio trabajador va a pagar su propio despido, o si la financiará la empresa.

Suena mal.

Supone un aumento de salario o una disminución de salario, según quien la financie. Y en el Estado español todo son proyectos, aún no está definida.

Veamos entonces qué agentes están presionando para que se instaure.

Los partidos conservadores PP y Ciudadanos y una parte importante del PSOE liderada por Nadia Calviño. Son tres partidos que tienen bastante fuerza. El BBVA ha definido la mochila austriaca pero no se ha pronunciado; las fundaciones Funcas y Fedesa, la escuela de negocios IESE y algunos empresarios se han mostrado partidarios.

No pinta bien.

Si me pongo en el papel de empresario, no me puedo imaginar que los empresarios estén a favor de pagar un sobrecoste al salario. En el caso de Austria, es del 1,53% del salario bruto. No creo que les guste la idea, por lo que me temo que pedirán una rebaja de las cotizaciones sociales, es decir, una privatización del estado de bienestar.

En el libro recuerdas que, en la legislatura de Zapatero, el Gobierno socialista proponía pactar unas reformas con los sindicatos CC OO y UGT que “debían contener piezas clave para la transformación radical del mercado laboral” y que se crease un fondo de capitalización, coloquialmente llamado mochila austriaca.

Más claro, agua. Por eso hay que temer y hay que estar tan alerta con lo que vaya a pasar, porque es el PSOE el que está en el poder mayoritariamente.

¿La reforma laboral posterior del PP, de 2012, contentó al empresariado y aparcó la mochila austriaca?

No me parece que la idea fuese aparcada, sino que el PP dio prioridad a otros elementos, continuó incluyéndola en sus programas electorales y estuvo presente en ciertos ámbitos de otros partidos, como el acuerdo de Gobierno frustrado entre PSOE y Ciudadanos de 2016.

Cuando oigo al PSOE decir que hay que ir poco a poco con la derogación de la reforma laboral para que otra legislación entre en vigor, siento pavor al pensar que puedan aprovechar para introducir la mochila austriaca.

El PSOE no se atreve del todo porque el otro partido en el Gobierno de coalición, Unidas Podemos, está en contra. Pero viendo las medidas del Pacto de Toledo, que están vinculadas a la mochila austriaca, el PSOE está intentando ir en esa dirección.

¿Qué medidas?

El Pacto de Toledo, en sus recomendaciones, pide rebajar las desgravaciones fiscales que tenían las pensiones privadas individuales. Se propone que el máximo de 8.000 euros al año por contribuyente disminuya a 2.000, pero en contrapartida, se introduce que las pensiones privadas colectivas —de empresa—, que antes no tenían desgravación, pasen a tener una de hasta 10.000 euros al año. Es una forma muy descarada de potenciar las pensiones privadas de empresa. Esto pone un fuerte peso en los sindicatos, ya que estas medidas se articulan a través de los convenios colectivos.

¿Por qué vinculas las recomendaciones del Pacto de Toledo a la mochila austriaca?

Porque si diseñas pensiones colectivas privadas en el Pacto de Toledo es más fácil llegar luego a implantar la mochila. Aunque esto dependerá de la propaganda que se haga, claro. Diciendo que la mochila será del trabajador y que se la puede llevar a un fondo de pensiones privado puede sonar atractivo, que es lo que esperan, cuando a mí me parece bastante negativo para los trabajadores.

¿Por qué?

Porque conduce a la privatización de las pensiones y a que las indemnizaciones por despido desaparezcan, ya que quedarían sustituidas por la mochila austriaca. Realmente lo que hacen es crear un fondo para despidos.

Eliminar las indemnizaciones por despido en el país del paro no suena precisamente favorecedor para la clase trabajadora ni para las mujeres en particular.

Exacto. La mochila austriaca no diferencia despidos procedentes de los improcedentes. Y las condiciones del mercado laboral español y austriaco son radicalmente distintas. En Austria, la tasa del paro es de alrededor del 4%, por lo que copiar esa mochila para un país con un 17% de paro me parece que carece de sentido. Te van a despedir sin tener que explicar por qué, un poco tipo Estados Unidos, y va a parecer que te llevas un trocito de indemnización en la mochila, pero vuelvo a decir que eso dependerá de cómo se financie la mochila. Si se financia a través del salario, el trabajador se financiará su propio despido.

Y aunque las empresas financien la mochila como en Austria, además de eliminar la diferencia entre procedente e improcedente, ¿abarataría el despido aún más que la reforma laboral de 2012?

Es difícil precisar los aspectos que dependen de cómo se establezca la fórmula legal, pero el entusiasmo de los empresarios me hace temer que es muy posible que el resultado final sea el abaratamiento del despido.

¿La mochila austriaca es un plan de pensiones privado obligatorio?

No. Tal y como está diseñada en Austria, cuando acabas tu vida laboral, si todavía te quedan fondos, te llevas el dinero y por él pagas un 6% de impuestos, pero si lo depositas en un fondo privado de pensiones obtienes una exoneración de impuestos. Es un instrumento que fomenta las pensiones privadas.
Mochila austriaca suena mucho mejor que fondo de capitalización.
Es un término más coloquial y simpático, de cuando vas al monte y estás alegre. El publicista que lo pensó lo hizo muy bien. Por eso me gustaría que los trabajadores lean el libro o esta entrevista, porque es importante la conciencia de la ciudadanía para que estemos preparados, porque están planeando algo muy negativo para los trabajadores.

El SEPE y la Seguridad Social, gestionadas por los bancos.

Quiero pensar que las instituciones públicas se mantendrán como públicas, pero cada vez son más pobres y, aunque se mantengan como instituciones, cada vez están más degradadas y cumplirán un papel menor. Debilitar las instituciones públicas para expandir los entes privados es algo que la ciudadanía deberíamos evitar, y trabajar para hacerlas activas, eficientes y potentes.

¿Cómo?

No lo sé. La población debe mostrarse muy firme. Los pensionistas lo están haciendo muy bien. Y es muy necesario remarcar el papel de los sindicatos: solo los sindicatos pueden aceptar la mochila austriaca. No creo que se imponga por decreto, y es ahí donde se tiene que decir que no. Y si dicen que sí, los sindicatos serán responsables de imponer una medida que facilita el despido. En Austria no todos los trabajadores tenían derecho a indemnizaciones, pero en el Estado español todos los trabajadores que están dentro de la legislación tienen derecho a una indemnización. Aparte, los despidos austriacos tampoco son comparables a los de España debido, una vez más, a su baja tasa de paro.

Ni comparable con los sueldos…

El salario medio de Austria es de 35.000 euros al año. En este país está entre 24.000 y 27.000, pero muchos trabajadores están por debajo de la media. Son dos situaciones que no se pueden comparar ni justificar ni entender. Si yo me pongo el gorro de empresario, me pregunto: ¿Por qué tengo que financiar un fondo a todos los trabajadores aunque no les despida? ¿Eso es un aumento de salario? Eso es lo que se va a negociar en España con el nombre de un buen publicista que le ha llamado mochila austriaca.

En tu libro citas también la temporalidad como otro rasgo que no es comparable entre España y Austria.

Aquí no hay un problema de inmovilidad laboral, que es el motivo por el que justificaron la implantación en Austria. Sin embargo, más del 90% de los nuevos contratos son temporales y casi un 60% no llegan siquiera a los tres meses de duración. Nada que ver con Austria, país en el cual insisto que prácticamente no hay paro.

Mi escepticismo me impide fiarme de los sindicatos de concertación (CC OO y UGT) y apuntas que el rechazo debería ir de su mano…

Sí, supongo que la aceptación de la mochila austriaca no la harán por decreto sin negociación previa. Si los sindicatos no la aceptan, no se hará. Aunque también soy muy escéptica acerca de qué harán. Si lo hicieran, todavía sería más grave, pero lo que puede pasar es que se lleven a cabo medidas que conduzcan hacia la mochila y se presente como algo positivo.

Si estamos debatiendo sobre fondos individuales, ¿dónde queda la solidaridad colectiva?

Eso no cuenta en la posmodernidad. Hablar de solidaridad hoy se ve como una aberración antigua. Todo lo que vaya por el camino de la privatización es tirar la solidaridad por la borda, ya que en las privatizaciones solo te van a dar lo que tu pongas previamente. Se están degradando todos los valores colectivos que se han desarrollado en otras etapas y la solidaridad es uno de ellos. Si esa es la sociedad a la que vamos, triste es.

¿Se trata de reforzar las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV), algo que ya funciona en el País Vasco y que impulsó el PNV junto con sus cajas bancarias amigas?

Sí, va en esa dirección. No es que se trate de reforzar esa entidades concretas, sino copiarlas en el resto de España. Son una fórmula más de privatización de las pensiones, se diga lo que se diga.

Explica de nuevo por qué la mochila austríaca es tan negativa para nosotras.

Porque nos engaña acerca de nuestra verdadera situación. La mochila austriaca es muy negativa para las indemnizaciones de despido y particularmente negativa para la privatización de las pensiones. Y si el Estado garantiza el nominal de las mochilas con garantías públicas, como señalan algunos comentaristas, es terriblemente escandaloso. Es como poner un zorro a cuidar de las gallinas. Si soy de La Caixa o del BBVA no me voy a tener que preocupar del valor de las pensiones porque están aseguradas con la garantía del Estado. Los trabajadores no deberían admitir la mochila austriaca. Lo más importante es darnos cuenta y rascar que hay detrás de esa cosa que nos proponen. Si la mochila está integrada en el salario del trabajador, en vez de reforzar la estabilidad, refuerza la precariedad laboral.

La mochila austriaca no mola.

La mochila austriaca es una mochila que tiene piedras dentro, no la merienda para la excursión. Debemos hacerle frente, remar juntas en este barco.

Me gusta que habéis escrito un libro corto y fácil sobre un tema farragoso.

Ya nos hubiera gustado que fuera aún más sencillo, pero se mezcla Austria por un lado y diferentes propuestas españolas por otro, y aún no hay bibliografía crítica al respecto.

¿Esta situación es consecuencia del avance de la derecha en Europa?

Es una medida más que responde al poder de una derecha fuerte, que se manifiesta en la mayoría de medidas de política económica desde los años setenta. Y de la debilidad de la izquierda. Enfrentarse a la mochila es un aspecto más que tenemos que hacer la ciudadanía en general y los trabajadores en particular para que no veamos deteriorarse aún más nuestra situación.