Alternativas para una unión europea solidaria

2012/09/03
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Los efectos de la crisis financiera mundial son claros. Con la complicidad de los gobernantes actuales, de la comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI, las instituciones financieras que están en el origen de la crisis se enriquecen y especulan con la deuda de los estados. Más generalmente, los dirigentes de las empresas privadas aprovechan la situación para lanzar ofensivas demoledoras contra una serie de derechos económicos y sociales de la mayoría de la población.

Del libro La deuda o la vida de Eric Toussaint

La reducción de los déficit públicos no se debe hacer recortando gastos sociales públicos sino con el aumento de los ingresos fiscales, luchando contra el gran fraude fiscal y subiendo los impuestos sobre el capital, las transacciones financieras, el patrimonio y los ingresos de los más acaudalados. Para reducir el déficit, hay que reducir igualmente los gastos en armamento, así como otros socialmente inútiles y peligrosos para el ambiente. En cambio, es fundamental el aumento de los gastos sociales, en particular para paliar los efectos de la depresión económica. Pero más allá hay que considerar esta crisis como una posibilidad de romper con la lógica capitalista y de realizar un cambio radical de la sociedad. La nueva lógica que se ha deconstruir deberá romper con el productivismo, integrar el factor ecológico, erradicar las diversas formas de opresión (racial, patriarcal, etc.) y promover los bienes comunes.

A tal efecto hay que constituir un frente anticrisis, tanto a escala europea como local, a fin de reunir las energías para crear una relación de fuerzas favorable a la aplicación de soluciones radicales, centradas en la justicia social y climática. Proponemos 8 medidas en la siguiente presentación