Alda! 5 años de acción, 5 años de victorias
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Creada en otoño de 2020, en pleno estallido de la Covid, la asociación de defensa de los derechos de las personas de los barrios y entornos populares se ha convertido, en apenas cinco años, en una organización imprescindible en el País Vasco Norte.
Gracias a su movilización, ha contribuido a lograr importantes victorias estructurales con un impacto real en la vida de las 330.000 personas que habitan Iparralde: la puesta en marcha del reglamento de compensación para frenar la conversión de viviendas en alojamientos turísticos tipo Airbnb y la aprobación de la denominada ley “anti-Airbnb” a escala estatal; la entrada en vigor del control de los alquileres en zona tensionada; la creación de una bolsa de intercambio para viviendas sociales; la puesta en marcha del Comité de Lucha contra los Alquileres Fraudulentos, entre otras medidas.
Una herramienta de solidaridad
Con la apertura de oficinas de atención en varias localidades del País Vasco (Hendaya, San Juan de Luz y varios puntos en Bayona), Alda se ha convertido en un apoyo fundamental para todas aquellas personas que sufren problemas o injusticias en su día a día.
En cinco años, Alda ha acompañado a cerca de 4.000 personas en todo el País Vasco Norte: una cifra considerable que refleja la situación dramática de la vivienda en el territorio.
Equipos de voluntarias y voluntarios, formados mediante la práctica cotidiana, se han organizado para responder a este volumen creciente de solicitudes, lograr victorias individuales y transformar esas batallas cotidianas en luchas colectivas.
Con sus seis colectivos de barrio, su periódico —distribuido gratuitamente en 41.000 ejemplares en todos los barrios populares del País Vasco Norte—, su papel como principal asociación representante de inquilinos en el parque de vivienda social, y la organización de la jornada del Derecho a la Vivienda – Auzolan, Alda se ha convertido en una verdadera herramienta de solidaridad: un espacio donde encontrar apoyo, formación y acompañamiento mutuo, pero también donde reconstruir una solidaridad colectiva real, ganar capacidad de incidencia en las decisiones a todos los niveles y hacer oír su voz
Cada vez somos más
La Asamblea General permitió también presentar el balance del año: 937 personas y familias acompañadas (una cifra que crece año tras año), 1.150 personas afiliadas que aportan 5 o 10 euros al mes mediante domiciliación bancaria, la creación de un nuevo colectivo de barrio en San Juan de Luz (Alda Urdazuri) y el fortalecimiento y desarrollo de los colectivos ya existentes.
La segunda edición de Auzolan – Jornada del Derecho a la Vivienda reunió a 4.200 personas, frente a las 1.000 de la primera edición.
El año estuvo asimismo marcado por varios frentes importantes: la defensa del reglamento de compensación y la vigilancia sobre su control y aplicación; la aplicación del control de los alquileres y el trabajo de movilización para mejorarlo y garantizar su continuidad; la lucha contra los alquileres fraudulentos; el trabajo cotidiano en los órganos de las entidades de vivienda social para hacer oír la voz de las personas inquilinas; y la defensa de medidas para regular los precios de venta del suelo y de las viviendas.
Alda se ha movilizado en todos los niveles para impulsar sus propuestas: con los cargos electos locales, en la Asamblea Nacional e incluso en el Parlamento Europeo.
Motivadas y determinadas, las 102 personas socias y simpatizantes presentes votaron a favor de los informes morales y financieros y aprobaron los objetivos para el próximo año.
De cara al 2026
El año 2026 llega cargado de desafíos. La lucha por consolidar y mejorar el control de los alquileres ya está en marcha: un proyecto de ley presentado por el diputado Etxaniz será examinado en comisión a partir del 4 de diciembre, y de su resultado dependerá el futuro de una medida profundamente social que ya ha permitido que las personas inquilinas del País Vasco ahorren 45.500 euros al año.
Las elecciones municipales situarán la vivienda en el centro de las prioridades: Alda participará, dentro de la plataforma Herrian Bizi – Se loger au Pays, para interpelar a las y los futuros cargos electos con una lista de 17 medidas clave para una política de vivienda ambiciosa.
En 2026 tendrán lugar también las próximas elecciones de representantes de inquilinos de vivienda social, en otoño. En este ámbito, Alda comenzará el año documentando los efectos de la humedad en la salud de las personas inquilinas del parque social.
Cinco años después, mantenemos intactas la determinación y la motivación para hacer oír la voz de quienes no son escuchados y cambiar las cosas en el País Vasco Norte.
Aupa, Alda!
