Documentos 49: Caminos y propuestas para construir un sindicalismo feminista
En la mesa redonda "Encuentros entre feminismo y sindicalismo", organizada por Defender Andalucía, Pastora Filigrana, Jone Bengoetxea y Cloti Quesada respondieron a tres preguntas:
- Qué es un sindicalismo feminista y por qué es necesario llevar a cabo un sindicalismo feminista
- ¿Qué propuestas se plantean?
- Herramientas y análisis en clave de futuro
Traemos aquí la respuesta que dio Pastora Filigrana a la tercera pregunta:
Creo que tenemos una doble tarea: tenemos que sindicalizar el feminismo y tenemos que hacer más feminista el sindicalismo. Las dos cosas. El feminismo es una gran herramienta de aglutinación de dolores de barriga y de malestares cotidianos y concretos. Está apelando tanto a la inseguridad de las mujeres en el espacio público, a las agresiones sexuales, a la violencia machista, a la diferencia salarial, a la desigualdad en el acceso a los bienes más básicos para la vida y a los derechos sociales... El feminismo posee esa gran fuerza de sumar y se ha hecho masivo, con todo lo bueno y malo que eso conlleva. Tiene como riesgo, convertirse el algo mainstream, y puede que las consignas se suavicen...
El feminismo tiene capacidad de impugnar a la totalidad: el conflicto de capital-vida y la ordenación económica y social a nivel global. Es una herramienta válida que tenemos que cuidar, pero su éxito va a depender de la capacidad que tenga de posicionarse al lado de la clase trabajadora. Es decir, de bajar a lo material, a la materialidad de la vida. Esa función, de cara al futuro, de convertir el feminismo en un feminismo de clase, es necesario, y nos toca a nosotras. Las sindicalistas feministas, lo estamos viendo día a día.
A la vez, de cara al futuro, nos toca trabajar esa conciencia feminista dentro del sindicalismo. La precariedad tiene nombre de mujer, el trabajo de las mujeres es clave y sostiene la economía. Hay que apelar plan estratégico del sector de cuidados, como se hace en sectores como el del metal.
El sindicalismo no va a tener capacidad de incidencia si no atiende las luchas de las mujeres igual que ha venido atendiendo las luchas del metal.
Parece que hay una élite obrera que se lleva la atención: la más masculinizada y la más autóctona.
¿Cómo conseguirlo? Esto que estamos haciendo, poner en común estas reflexiones, propagarlas, ayuda a difundir estas ideas. Para apoyar este sindicalismo feminista, tenemos que escucharnos más a menudo.
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