El nuestro quiere se un feminismo para el 99%
Está claro que el feminismo ahora es cool (mejor dicho en inglés), fresco, moderno … Las patronales y los gobiernos también son feministas. En nombre de los derechos de las mujeres realizan continuamente purplewashing (blanqueo feminista en inglés). Pero tenemos que tener cuidado con este blanqueo morado, porque es un instrumento peligroso que utilizan gobiernos y patronales para neutralizar las luchas feministas. Ahora Ana Botín, Ana Rosa Quintana, la reina de España o las autoridades de las administraciones vascas son feministas … incluso se adhirieron a las huelgas feministas.
¿Quién no se define a sí mismo como feminista en la actualidad? ¿También en los movimientos de izquierdas? ¿Quién va a poner en duda que las mujeres tenemos que estar en los espacios de poder, que tenemos que recibir los mismos salarios por hacer el mismo trabajo, o que hay que acabar con la violencia machista sistémica contra nosotras? Podríamos alargar mucho la lista. Pero si el feminismo es o ha sido algo, ha sido incómodo tanto para la izquierda como para la derecha. Incómodo e impertinente -como dice Christine de Pizan- porque deja al descubierto los ejercicios de poder ilegitimos de conservadores y progresistas, porque cuestiona de raíz el ámbito público de la vida, pero, sobre todo, el privado, que no se ve: porque lo personal es político y lo político es personal.
En el día de hoy vamos a hablar de feminismo, sí, sobre todo del feminismo que estamos haciendo día a día desde el sindicato, sobre todo de lo que nos gustaría que fuera el feminismo a favor del 99%. Y no del feminismo neo-liberal blanco (heteroregulado), entre otros.
Este 6 de marzo de 2020 estamos en Donostia y, como se imaginaréis, no por casualidad.
En este acto de hoy, además de compartir las lecturas políticas feministas que hacemos desde ELA, también queremos hacer un homenaje a todas aquellas que todos los días en los centros de trabajo, en las calles, en las casas… lucháis y hacéis sindicalismo feminista: un abrazo muy grande y todo nuestro reconocimiento.
Las mujeres que hacéis huelgas sois, para muchos, mujeres malas; estáis cuestionando la paz social o nuestro supuesto oasis vasco de bienestar en muchos casos enfrentando a los poderes públicos y privados. Estáis escribiendo páginas de la historia de la lucha feminista obrera actual con vuestras luchas sindicales feministas diarias.
Junto a este homenaje público, tal y como explicará Leire Txakartegi, hablaremos del proceso de organización para la equidad de género que estamos llevando a cabo también dentro de ELA. Porque estamos construyendo una ELA Feminista en las calles, en los centros de trabajo, por un lado, pero necesariamente tiene que ir acompañada de la transformación interna feminista del sindicato.
La clase trabajadora va cambiando constantemente y la foto de este sindicato también: el 44% de la afiliación de ELA somos mujeres. Las mujeres que estamos en esta mesa también representamos a las nuevas generaciones de ELA Feminista.
En la última década hemos vivido notables transformaciones sociales y políticas en Euskal Herria y fuera de ella. En nuestro ámbito, en el mercado laboral formal: reformas laborales, 7 huelgas generales, extensión de la precariedad con nuevas formas … el capitalismo va transformándose y con ello la clase trabajadora y nuestras vidas.
En este sentido, el feminismo de los últimos años nos ha hecho muchas aportaciones y nos ha dado muchas enseñanzas al mundo sindical. El feminismo no tienevuelta atrás tanto en nuestras instituciones como en nuestras vidas.
Dos huelgas feministas tanto en Euskal Herria como a nivel internaciona, los años 2018 y 2019
Estas huelgas han marcado un punto de inflexión. Desde ELA también participamos en estas huelgas centrándonos, sobre todo en el ámbito laboral. No ha sido fácil; sabemos que las articulaciones entre diferentes agentes son muchas veces difíciles, pero son imprescindibles. Tras estas huelgas también ha quedado clara la importancia y la necesidad de organización. Se ve claramente en el lema que ha elegido el movimiento feminista de Euskal Herria para este 8 de marzo: organización y lucha feminista.
Estas huelgas feministas también han influido en la huelga general del 30 de enero de este año: se ha intentado ir más allá del empleo. Las huelgas generales ya no serán las mismas...
El feminismo nos ha llevado más allá de la huelga de empleo habitual. Nos ha demostrado que, más allá del empleo formal, los trabajos imprescindibles para la sostenibilidad de la vida, la reproducción y el cuidado, están ahí. Sin los trabajos que las mujeres realizamos históricamente y en la actualidad, el sistema caería (más del 40% del PIB según datos de Oxfam).
Nos ha quedado claro que la violencia machista tampoco es una cuestión privada, pero todavía tenemos que seguir reivindicando en voz alta "yo sí te creo" para que no se cuestione la palabra de las mujeres.
"La vida es lo primero"
Del 1 al 3 de noviembre del año pasado, tres mil mujeres nos reunimos en las V Jornadas Feministas de Euskal Herria en Durango, después de una década, y hay que decir que el feminismo vasco está sano. La foto fue muy potente, cvon presencia de muchas chicas jóvenes y de mujeres racializadas.
Después de una década cambiando la foto del feminismo vasco actual, en noviembre quedó claro que un feminismo anticapitalista, anti patriarcal y anti racista sigue vivo en nuestro país.
Lecciones: necesidad de alianzas, necesidad de organización. En Euskal Herria el movimiento feminista está muy vivo pero le falta un reconocimiento de la clase trabajadora feminista. En las jornadas apenas se mencionó el trabajo diario de las luchas y huelgas sindicales feministas de la última década, y se vio la necesidad de hacer avanzar en ese sentido… y nosotras también queremos seguir alimentando y encarnando esta épica-relato obrero feminista.
Interpelación a las instituciones
Caso por caso (tal y como irán saliendo en este acto) y, en general, exigiendo que asuman su responsabilidad y denunciando sus políticas públicas (presupuestos, gasto social …).
“… Si los grandes movimientos quieren vivir lo suficiente para poder alcanzar lo que se proponen, deben reinventarse a sí mismos. Para poder ser sostenibles, los movimientos no sólo deben crecer; también deben transformarse. Y esto no sólo porque los tiempos inevitablemente cambian. Sino también porque nosotras mismas hemos cambiado los tiempos. Por lo tanto, debemos responder en parte también a nuestra propia historia”. Bella Abzug, abogada-activista y política estadounidense.