La Fundación denuncia las penas de prisión y multas impuestas a los agricultores procesados por el asunto del caserío Kako
La sentencia dictada por el juez impone a los encausados penas mayores de las pedidas por el fiscal. “No es justo que se dicte una sentencia tan dura por una simple acción sindical, ni que se castigue de manera tan encarnizada a personas que defienden sus derechos”. Los seis agricultores que participaron en la concentración de Kako y han sido juzgados no cometieron delito alguno.
Para la Fundación Manu Robles-Arangiz es inaceptable la criminalización de acciones sindicales realizadas en defensa de derechos, en este caso de los baserritarras afectados, mediante penas durísimas. El propio presidente francés había anticipado una sentencia condenatoria, con el fin de presionar al juez.
Por último, queremos manifestar nuestra solidaridad con los seis agricultores condenados, así como con el sindicato agrario ELB.