Diez puntos para una estrategia sindical contra el cambio climático

2014/11/11
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De cara a las negociaciones que se llevarán a cabo el próximo mes de noviembre en la cumbre de la ONU sobre cambio climático, COP20, en Lima, hemos querido incluir en el boletín de medio ambiente esta interesante intervención del compañero Asbjørn Wahl con motivo de la reunión de la ONU en Nueva York para preparar la COP20, en el que concreta el papel del sindicalismo en la lucha contra el cambio climático.

(23 Boletín de Medio Ambiente, octubre 2014)

Contribución hecha por Asbjørn Wahl (Asesor. Sindicato Noruego de Empleados Municipales y Generales) en la reunión de Rosa Luxemburg Foundation / Left Labor Project. New York, 18 de septiembre de 2014.

 Diez puntos para una estrategia sindical contra el cambio climático

Como tenemos pocos minutos para hacer nuestras intervenciones con respecto a un tema tan amplio como es el cambio climático, he decidido presentar solo diez breves puntos para una estrategia sindical contra el cambio climático. Primero, estableceré algunos de los fundamentos sobre los cuales desarrollar nuestras estrategias y políticas.

1. El cambio climático no es una amenaza del futuro, ya está ocurriendo aquí y ahora. Lo ha causado es ser humano, y las consecuencias pueden ser catastróficas.

2. La amenaza del clima puede tener enormes consecuencias para el desarrollo social, ya sea como resultado del cambio climático o como resultado de medidas para prevenir o mitigar el cambio climático. La manera en que vivimos y trabajamos cambiará de manera considerable, si actuamos o no. La falta de acción, o postergar la acción, representa la amenaza más grande, con efectos desastrosos.

3. Como las medidas para combatir el cambio climático requieren grandes cambios en la sociedad, nos enfrentamos a una gran lucha social. La lucha contra del cambio climático es ante todo una lucha de poder social, una lucha sobre el modelo de sociedad que queremos. En la situación actual, esto significa que la lucha contra cambio climático tendrá que estar unida a la lucha en contra de los efectos de la crisis económica -la crisis del capitalismo-, y las fuerzas que la impulsan.

4. El régimen de crecimiento económico de hoy en día y la sobre explotación de las materias primas son una parte intrínseca de la economía capitalista. Una política ambiental con un enfoque reducido no será suficiente. La lucha climática y ambiental debe ser entendida dentro de un contexto político más amplio. Será necesario un marco que critique el sistema. Para prevenir el cambio climático, necesitaremos control democrático de la economía, y en particular la generación y distribución de la energía. La crisis ambiental como la económica, no solo representa una amenaza, es también una oportunidad para luchar a través del importante y necesario cambio social.

5. En esta lucha social, el movimiento sindical jugará un rol importante por su posición estratégica en la sociedad. Sin embargo, los sindicatos se muestran a la defensiva en todo el mundo, están bajo la inmensa presión de las fuerzas económicas. Para el movimiento sindical asumir un rol principal en la lucha contra del cambio climático tiene que ser un objetivo a replantear y reactivar.

6. Las políticas entorno al clima no pueden ser reducidas a una cuestión de sacrificio. Sacrificar nuestros derechos ganados con mucho esfuerzo, como dicen algunos sectores del movimiento ambientalista. La lucha es, sobre todo, crear una mejor sociedad para todos y todas. La financiación de las medidas de mitigación de CO2 debe de ir de la mano de una redistribución radical de la riqueza, desde el norte al sur y de los ricos a los pobres. Sin esto, será imposible lograr un apoyo amplio para las políticas necesarias en contra del cambio climático.

7. Prevenir el cambio climático va a requerir una gran reestructuración de nuestras sociedades. Las actividades que le hacen daño al clima tienen que reducirse, mientras que la energía renovable, la eficiencia energética y actividades que son ambientalmente sostenibles deben ser desarrolladas de una manera planificada y sistemática, lo cual mantiene y fortalece la seguridad social y económica de los pueblos. No podemos aceptar que ciertos grupos de trabajadores tengan que cargar el peso de las medidas de mitigación del cambio climático por medio del desempleo y la marginalización. La transición, en otras palabras, tiene que ser justa, tiene que ser planificada y manejada de una manera democrática. Todas las investigaciones serias han demostrado que las políticas necesarias en contra del cambio climático crearán más trabajos que los que destruirán. Esto tiene que ver con la fuerza de los trabajadores en el mercado laboral, de reducir horas de trabajo y distribuir el trabajo necesario en la sociedad.

8. La transición a una sociedad ambientalmente sostenible tiene muchas ventajas. Se crearán miles de nuevos trabajos en transporte público, energía renovable, modernización de viviendas e industria sostenible. La reducción en gases de efecto invernadero también llevará a reducir la contaminación en los lugares de trabajo y comunidades. Un aumento en el control democrático de la económica reduciría la competición y la presión en los puestos de trabajo. Menos estrés y menos presión serán efectos importantes de este desarrollo.

9. Las soluciones para la crisis climática basadas en el mercado, principalmente por medio del comercio del carbono, que han sido promovidas por gobiernos e intereses económicos fuertes bien establecidos, hasta el momento han fallado. Las cumbres mundiales tampoco nos salvarán. Lo que hemos logrado en incremento de la igualdad social, trabajo decente, reducción de la pobreza, igualdad de género, etc. en nuestras sociedades, no lo hemos hecho mediante cumbres mundiales. Necesitamos acuerdos internacionales obligatorios para salvar el clima, pero para eso es necesario movilizar a las fuerzas sociales, para llevar a cabo soluciones alternativas basadas en la solidaridad, la igualdad y las necesidades de los pueblos. Los gobiernos y las compañías multinacionales demostraron en la última COP 19 en Varsovia que no solo no iban a avanzar, sino que dieron pasos para atrás. Ellos han tenido su oportunidad, y nos fallaron. Es hora de que tomemos las riendas.

10. Para tener éxito en esta lucha social, necesitaremos construir amplias alianzas a largo plazo entre los pueblos. Esto tiene que suceder en particular entre el movimiento sindical y el movimiento ecologista. La lucha contra el cambio climático trata de la democratización de la economía y la sociedad, la redistribución de la riqueza, el uso libre de nuestros conocimientos comunes, sin barreras de patente. Para salvar el clima, tenemos que cambiar la sociedad. Solo entonces podremos crear las condiciones necesarias para una vida mejor para todos y todas, incluyendo nuestros descendientes.