Crisis política e ideológica del sindicalismo en una Europa cada vez más autoritaria
Asbjorn Wahl, asesor del Sindicato Noruego de Empleados Municipales, vicepresidente del sector de trabajadores del transporte por carretera (ITF) y Dorector de la campaña a favor del estado de bienestar.
Este artículo trata de los retos y obstáculos a los que se enfrentan hoy los sindicatos en la Unión Europea. Hay una serie de barreras políticas e ideológicas que impiden a los sindicatos desempeñar su papel en la actual situación.
El papel histórico de la socialdemocracia
Esta claro que lo que sucedió hasta la crisis, así como lo que ha sucedido desde entonces, refleja las relaciones de poder en la sociedad
Muchas cosas parecen sugerir hoy que la era histórica de la socialdemocracia ha llegado a su fin. El papel desempeñado históricamente por la socialdemocracia, en tanto que estructura de partido político con un cierto proyecto social progresista, parece haber desaparecido para siempre. Una de las consecuencias más dramáticas y peligrosas de que los partidos socialdemócratas tradicionales ejerzan diversos grados de políticas neoliberales, es que la confianza en la izquierda política se ha derrumbado, mientras el populismo y la extrema derecha van ganando terreno.
Ataques masivos a los servicios públicos, los salarios y las pensiones
Esta claro que lo que sucedió hasta la crisis, así como lo que ha sucedido desde entonces, refleja las relaciones de poder en la sociedad. No es la razón sino las relaciones de poder imperantes lo que determina qué “solución” se elige.
El aumento de competitividad de las empresas europeas es presentado como el principal objetivo, al que se subordinan todas las cuestiones sociales. Si los sindicatos no son capaces de invertir estos desarrollos, nos enfrentamos a una derrota de dimensiones históricas para el movimiento obrero europeo, con enormes consecuencias para el desarrollo de nuestras sociedades.
Hacia una Europa autoritaria
El giro político a la derecha y la crisis ideológico-política de la izquierda hacen que el propio movimiento sindical tenga que desempeñar un papel político más importante, independiente y de ataque político
La desdemocratización en curso de la política económica, así como los ataques al movimiento sindical emprendidos para preparar el terreno a las políticas antisociales de austeridad, representan desarrollos que apenas habíamos visto desde que el fascismo fue derrotado en Europa. La gravedad de la situación resulta evidente. Lo que está surgiendo es una Europa cada vez más autoritaria.
La Unión Europea como obstáculo
¿Qué es lo que les impide a los sindicatos avanzar hacia la lucha de una manera fuerte y coordinada para al menos defender los logros sociales que se obtuvieron en el estado de bienestar? Para ello necesitamos examinar algunos obstáculos externos importantes así como las flaquezas del propio movimiento.
Poniendo la mirada primero en los externos, está claro que la propia Unión Europea crea una serie de impedimentos:
Déficit democrático
Neoliberalismo constitucionalizado
Legislación irreversible
El Euro como camisa de fuerza económica
Falta de simultaneidad en los procesos de toma de decisiones e implementación
Ampliación de competencias del tribunal de Justicia Europeo
La Unión Europea está amenazando la unidad de Europa
la ideología del pacto social se encuentra en gran medida desvinculada del reconocimiento de que en la situación actual el avance social sólo puede alcanzarse mediante una amplia movilización social
Al principio la Unión Europea estaba en parte basada en el deseo de paz en Europa a raíz de las dos Guerras Mundiales. En cambio, el proyecto de la UE de las élites europeas actuales está provocando una formidable polarización económica, social y política. Teniendo en cuenta la historia de Europa, las élites políticas y económicas europeas están jugando con fuego. Quizá sea necesario que los países tengan que salirse no sólo del euro sino también de la propia Unión Europea para salvar sus economías y el bienestar de sus ciudadanos.
Barreras internas político-ideológicas
Se ha asignado al diálogo social una posición prominente como forma de favorecer los intereses de los trabajadores, completamente desconectada de un análisis de las relaciones de poder específicas y de cómo pueden promover o eliminar las posibilidades de que los trabajadores ganen terreno. Por lo tanto, la ideología del pacto social se encuentra en gran medida desvinculada del reconocimiento de que en la situación actual el avance social sólo puede alcanzarse mediante una amplia movilización social.
La batalla es entre una Europa más democrática o más autoritaria
La crítica del diálogo social y de la ideología del pacto social, no constituye, desde, luego, una crítica de que los sindicatos debatan y negocien con los patronos La crítica va dirigida al hecho de que el diálogo social, una de las muchas herramientas de que dispone el movimiento obrero, ha sido convertido en la estrategia principal. Cuando el diálogo social produjo resultados, se debió precisamente al cambio de poder que se había producido a favor de la clase trabajadora y el movimiento sindical en el periodo anterior.
Aumento de la resistencia
Los capitalistas han cambiado de estrategia, pero el movimiento sindical no lo ha hecho. Reconocerlo y asumir las consecuencias es uno de los principales retos a los que se enfrenta actualmente el movimiento sindical.
¿Qué hacer?
El giro político a la derecha y la crisis ideológico-política de la izquierda hacen que el propio movimiento sindical tenga que desempeñar un papel político más importante, independiente y de ataque político; no en sentido de un partido, sino en el de asumir una perspectiva política más amplia de lucha social. Esto exige que el movimiento sindical pase por un proceso de cambio. Si el progreso social y la democratización son nuestros objetivos, las crisis sociales y económicas que se están produciendo nos brindan la oportunidad de alcanzarlos.
Es importante que se produzca un cuestionamiento político del legado ideológico del pacto social; esa ideología y creencia tan profundamente enraizadas de que el diálogo social es la mejor manera de resolver los problemas sociales en beneficio de todos, como se suele decir.
La tendencia constante a canalizar la respuesta de los sindicatos a los ataques en el vacío de poder político que en este momento representa el diálogo social a nivel europeo, sirve poco más que para debilitar la capacidad de movilización de los sindicatos.
La batalla es entre una Europa más democrática o más autoritaria. De momento, las tendencias autoritarias llevan ventaja, pero las relaciones de poder pueden volver a cambiar.