Precariedad con rostro de mujer: Las más precarias entre las precarias se hacen oír
El cuidado es una actividad cuya responsabilidad debería ser colectiva, pero que en general asumen los sectores sociales que disfrutan de menos privilegios (mujeres precarias, o precarias y migrantes). Participaron como invitadas varias mujeres que trabajan de lleno en labores de cuidado (una empleada de hogar y una gerocultora de residencias de ancianos) y otras que, aun indirectamente, trabajan en sectores a los que afectan dichas labores (una limpiadora de hotel y una baserritarra). Con todas las peculiaridades de cada sector, las cuatro son “precarias”, debido a su condición de mujeres, trabajadoras y, en dos de los casos, migrantes; las cuatro han salido a la calle a luchar por la transformación de la sociedad, y las cuatro advierten de que, más allá de romper los techos de cristal, lo que tenemos que hacer es dar un profundo repaso a los inmundos suelos del mercado laboral.
La huelga feminista del pasado 8 de marzo dio absoluta prioridad a la vida y subrayó la importancia de colectivizar las labores de cuidados. No está de más recordar lo que proclamaba entonces el movimiento feminista de Euskal Herria: para que haya una transformación feminista hace falta luchar, “sobre todo en los ámbitos que han quedado al margen del conflicto político”. Uno de estos ámbitos es el de los cuidados, y la mesa redonda que hemos resumido en estas páginas es un paso más (¡y no uno cualquiera!) en el camino de su politización. Buena muestra de ello son los cuatro testimonios, recogidos y resumidos en estas páginas.
Al igual que la mesa redonda, también la redacción del texto está dividida en dos apartados: el primero recoge las conversaciones mantenidas con Soraya García Pablo, Silvia Rugamas Rivas y Arantza Arrien Goitiandia en la mesa redonda; el segundo, la entrevista realizada a la cuarta participante, Elena Vasconez Cevallos. En ambos apartados actuó de moderadora la periodista de ARGIA y autora del libro “No eran trabajadoras, sólo mujeres”, Onintza Irureta Azkune.