Cómo escapar del excesivo endeudamiento de la ciudadanía

2020/05/08
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Últimamente parece que medios como Financial Times, The New York Times, The Economist, Der Spiegel, La Vanguardia... se han convertido en las principales voces por frenar un capitalismo desaforado. Por contra, nuestros gobernantes y medios afines son los que se están aferrando, contra viento y marea, a la ortodoxia neoliberal extrema. Muestra de ello, es el artículo escrito el pasado 5 de mayo por Martin Wolf, jefe de economía del Financial Times. En el que hace referencia al desigual reparto de la riqueza, a la cada vez mayor acumulación de la riqueza en menos manos y al excesivo endeudamiento de la ciudadanía, como las principales causas de las crisis de los últimos años. Y propone como medidas necesarias para hacer frente a esta situación, pero también para la superviviencia del propio capitalismo, un sistema tributario que obligue a los más ricos a pagar más, mejorar su capacidad adquisitiva de la ciudadanía para puedan vivir sin angustia y reducir su nivel de endeudamiento.

“Para los ricos, es completamente imposible. . . ahorrar tanto como han tratado de ahorrar, y salvar algo que merezca la pena salvar ” Declaración de Marriner Eccles, en 1933 en el Congreso de los EE.UU.

La deuda crea fragilidad. La pregunta es cómo escapar de la trampa. Para responderla, necesitamos analizar por qué la economía global de hoy se ha vuelto tan dependiente de la deuda. Eso no sucedió debido a los caprichos ociosos de los bancos centrales, como muchos suponen. Sucedió debido a un deseo excesivo por ahorrar1 respecto a las oportunidades de inversión. Esto ha suprimido las tasas de interés reales y ha hecho que la demanda dependa demasiado de la deuda.

Dos artículos recientes ilustran qué fuerzas impulsan este creciente estancamiento y sus consecuencias. Uno de los artículos, que incluye el punto de vista de Eccles, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos de 1934 a 1948, habla sobre "El exceso de ahorro de los ricos y el aumento de la deuda de los hogares". El otro, sobre la "Demanda endeudada", explica cómo el sobreendeudamiento debilita la demanda y reducen las tasas de interés, en un ciclo que se retroalimenta. Entre los autores de ambos artículos, se encuentran Atif Mian, profesor de la Universidad de Princeton, y Amir Sufi, de la Universidad de Chicago, conocidos por su excelente trabajo sobre la deuda.

Tal y como dijo Eccles, con meridiana claridad, la desigualdad debilita la economía, al llevar a los políticos a una elección ruinosa entre un alto desempleo o una deuda cada vez mayor. El documento sobre el exceso de ahorro incide en dos puntos. El primero, dice que el aumento de la desigualdad en los Estados Unidos ha supuesto un gran incremento en los ahorros del 1% más rico. Ahorro que no se refleja en un aumento en la inversión. Es más, la tasa de inversión ha estado cayendo, a pesar de la disminución de las tasas de interés reales. El creciente superávit de ahorro de los ricos ha sido compensado por el creciente endeudamiento, o el consumo por encima de sus ingresos, del 90% de la población.

(Gráfico 1. Evolución de la deuda total en porcentaje de PIB de las 14 países más ricos.)

 

El ahorro de los ricos podría haber llevado a un superávit en la cuenta corriente estatal, como en el Reino Unido de fines del siglo XIX. Pero los ricos del resto del mundo han tratado de acumular activos estadounidenses y, por tanto, han generado un persistente déficit en la cuenta corriente de los Estados Unidos. A excepción de los años anteriores a crisis financiera, en los que la burbuja inmobiliaria impulsó la inversión privada, aunque no suficientemente. Quienes más uso han realizado de esta acumulación de ahorro, tanto nacional como externa, han sido los hogares menos favorecidos y el gobierno.

Existe un vínculo claro entre el ahorro de los ricos y el endeudamiento de los menos ricos, entre la acumulación del crédito y la deuda. Desde 1982, la disminución del endeudamiento neto de los ricos ha sido acompañada por el aumento del endeudamiento del 90% restante. Es por eso que el argumento de que las bajas tasas de interés perjudican a los menos favorecidos es absurdo. Los menos favorecidos no son los grandes acreedores netos. Los ricos son acreedores de deuda sobre los menos ricos, no solo directamente, a través de créditos bancarios, sino también a través de participaciones en el capital de inversiones y negocios. Este fenómeno de aumento de la deuda familiar y aumento de la desigualdad no es exclusivo de los Estados Unidos. Está muy extendido.

(Gráfico 2. Caída progresiva de las tasas de interés real)

 

¿Por qué es importante el aumento de la deuda? Una respuesta, como argumenta David Levy en "Bubble or Nothing", es que la economía se vuelve cada vez más dependiente de las finanzas, y por tanto más frágil, a medida que los acreedores acumulan mayor crédito. Otra respuesta es la idea de "demanda endeudada", un concepto parecido al de las "recesiones en el balance" propuesta por el economista japonés Richard Koo. Según esta teoría, a medida que aumenta la deuda, las personas están cada vez más dispuestas a pedir prestado cantidades aún mayores. Por lo tanto, las tasas de interés deben caer para equilibrar la oferta con la demanda y evitar una profunda depresión. Esto nos ha llevado a tasas de interés real de cero, antes, incluso, del Covid-19. Este es un mecanismo que lleva a lo que Lawrence Summers ha llamado "estancamiento permanente".

(Gráfico 3. Evolución de los ahorros del 1% más rico de EE.UU. y del capital extranjero invertido en EE.UU. -PIB de EE. UU. 1982 = 100-).

Debemos centrarnos primero en los EE. UU., Porque es allí donde la demanda y la oferta global tienden a equilibrarse. Pero fenómenos similares de aumento de la desigualdad y el aumento de los ahorros se observan en otras grandes economías, especialmente en China y Alemania. China solía invertir sus ahorros excedentarios en los Estados Unidos, pero ahora los absorbe en una inversión derrochadora en el propio territorio. Alemania ha llevado a sus socios comerciales a aumentar la deuda en la eurozona y fuera de ella.

(Gráfico 4. Evolución del ahorro en porcentaje de PIB por segmentos de distribución de renta en EE.UU. Los segmentos más ricos son los que más han incrementado sus ahorros, mientras que la mayoría de la población los ha disminuido).

Entonces, ¿cómo vamos a escapar de la trampa de la deuda? Un primer paso es disminuir el incentivo por financiar negocios mediante deuda, en lugar de hacerlo con capital. La forma más directa de hacerlo es eliminar la preferencia de los primeros sobre los segundos en casi todos los sistemas tributarios. También es posible, como sostuvieron los profesores Mian y Sufi en un libro anterior, pasar de financiar la vivienda mediante deuda a hacerlo mediante capital. Junto con estas medidas, ahora, con ocasión de la crisis de Covid-19, tenemos una gran oportunidad para compensar los préstamos gubernamentales a empresas con compra de acciones. De hecho, con las actuales tasas de interés extremadamente bajas, los gobiernos podrían crear fondos soberanos de capital inmediatos a muy bajo costo.

(Gráfico 5. Evolución de la deuda neta de los hogares en puntos porcentuales respecto al PIB referencial de 1982, por segmentos de distribución de renta. Los estadounidenses más ricos se han convertido en mayor medida en acreedor de deuda, mientras que el resto se ha convertido en mayor medida en deudor.).

Sin embargo, nada de esto solucionaría la actual dependencia de la estabilidad macroeconómica de una deuda cada vez mayor. Hay dos posibles soluciones. La primera es que los gobiernos sigan pidiendo prestado. Pero, a muy largo plazo, es probable que esto conduzca a algún tipo de impago. Los ricos, principales acreedores del gobierno, están obligados a asumir gran parte de los costos, de una forma u otra. La solución pasa por modificar la distribución de la riqueza para crear una demanda más sostenible y una inversión más fuerte, sin elevar la deuda de los hogares.

En 1933, Eccles también le dijo al Congreso: “Por los intereses de los más favorecidos… debemos tomar de ellos una cantidad suficiente de su excedente para permitir que los consumidores consuman y que las empresas operen con ganancias”. Eso sucedió, en parte por accidente y en parte deliberadamente, después de la segunda guerra mundial. La deuda familiar y gubernamental en constante aumento no dará estabilidad a la economía mundial. Las burbujas de los precios de los activos tampoco deberían seguir siendo tan centrales para nuestra economía. Tendremos que adoptar alternativas más radicales. Una crisis es un excelente momento para cambiar de rumbo. Comencemos ahora mismo.

(Gráfico 6. Evolución de la deuda de los hogares y el gobierno, en porcentaje de PIB, frente a la evolución de participación de los ingresos del 1% más rico en el reparto de la riqueza, en los 14 países más ricos.).


Autor: Martin Wolf, jefe de economía del Financial Times. Publicado en el Financial Times, el 5 de mayo de 2020.
https://twitter.com/martinwolf_/status/1257720613340426240

 

Nota del traductor: Nota del traductor: Hemos optado por mantener la literalidad del texto original y el término “the shavings” como “ahorros”, aun cuando la expresión denota una carga ideólogica que pretende expresar como ahorro lo que desde una visión crítica con la economía capitalista se trata de una acumulación de capital.
Lo mismo sucede con términos como “less well-off” o “less rich”, menos favorecidos o menos ricos, para referirse al 99 o 90% de la población, exceptuando al 1 ó 10% extremadamente rico.