El arma de todas las batallas

Unai Oñederra, fundación Manu Robles-Arangiz (este artículo ha sido publicado en Landeia)
No he podido aguantar la presión. No sé cómo se lo tomará el miembro del movimiento Bizi! Jon Palais, pero he metido un arma en el títular del artículo, jugando con el título en euskera de su libro. He metido el arma, por si acaso, dado que nos están llamando a rearmarnos por tierra, mar y aire. ¿Dónde han quedado los tiempos en los que nos decían que era la hora de la transición climática?
Digo que no sé cómo se lo va a tomar, porque Jon Palais es un activista climático a favor de una estrategia no violenta, y en su libro Borroka guztien ama, que acaba de publicar con la fundación Manu Robles-Arangiz, nos propone una estrategia ganadora para la próxima década basada precisamente en la no violencia.
Tanto las autoridades (llamando a la responsabilidad) como los antisistema violentos acusarán al Palais de infantil, bondadoso, ingenuo, cobarde y demás adjetivos. Pero el miembro de Bizi! no se amedrenta, y en vez de apelar a ideales celestiales, la estrategia radical-pragmática que propone la justifica por su eficacia. Estrategia radical, porque quiere cambiar radicalmente el sistema, y pragmática, porque propone estrategias y tácticas eficaces, basadas en la realidad, que consiguen victorias concretas.
El autor razona en el libro que la lucha sin violencia no es pasiva ni temeraria, sino un instrumento estratégico potente, valiente y eficaz. Para cambiar radicalmente las relaciones de poder y forzar las decisiones de los poderes económicos y políticos es imprescindible activar un amplio movimiento social. Palais dice que esto sólo se puede conseguir con una estrategia no violenta, ya que permite atraer a todo tipo de personas., tal y como demuestran algunas victorias históricas que describe en el libro.
La violencia y la estrategia violenta, sin embargo, dice, ahuyenta a la gente. En el campo de juego de la violencia, el poder económico y político siempre tendrá más relación de fuerzas que la sociedad civil. Además, legitima el relato y la represión del poder, debilitando al movimiento. No solo eso, el autor subraya que las formas de luchar prefiguran el futuro. En este sentido, la imposición de la ley de violencia en un movimiento tiene efectos perniciosos sobre la cultura y el funcionamiento del mismo movimiento; cae en la misma lógica del autoritarismo y del capitalismo.
Estrategia ganadora para la próxima década
El libro Borroka guztien ama es un instrumento muy útil para no caer en la desesperación en estos tiempos oscuros que vivimos. Dice Palais que la desesperación es una herramienta del poder, una herramienta que utiliza para mantener pasiva a la ciudadanía. Luchar, contra la desesperación es, por lo tanto, luchar contra la lógica del poder.
Ante la desesperanza, la frustración o la sensación de impotencia, dice que hay que construir una esperanza basada en la acción colectiva, y no slo expresa teóricamente. Para demostrar que se pueden hacer acciones eficaces y cambiar las cosas, da ejemplos de victorias concretas: las luchas que consiguieron detener el TAV y el aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes, cuando "secuestradores de sillas" derrotaron a la gigantesca multinacional BNP, el Eusko, que se ha convertido en la principal moneda local de Europa, la expansión de la agricultura campesina, las aldeas Alternatiba que se celebraron para promover la construcción de alternativas reales, el Tour Alternatiba...
Consciente de que sin luchar la derrota está asegurada, llama a superar la desesperanza con una lucha activa: «Es la propia acción la que genera la esperanza». Formar parte de un movimiento de masas, influir colectivamente y realizar acciones directas ofrece una potente herramienta psicológica y social para superar la desesperanza, porque crea comunidad y demuestra que las personas, cuando se juntas, pueden influir mucho. Cuando la gente está sola, la desesperanza se extiende más fácilmente. Solo no se puede, con amigos y amigas sí.
La desesperanza es el mayor enemigo de la lucha ecológica y social. Lleva a mucha gente a aceptar alternativas falsas como el capitalismo verde o el rearme. La extrema derecha también se beneficia de ello aumentando su poder y fomentando el capitalismo autoritario.
Los gobiernos neoliberales no han respondido a la crisis ecológica, económica y social que ha causado el fracaso del sistema, lo que ha empujado a muchas personas a la extrema derecha, por considerar que no hay alternativa. Para evitarlo, dice Palais, hay que construir una oposición sólida, pero no desde un discurso moralista, sino activando a las clases populares y las luchas sociales: construyendo alternativas reales que muestren el camino hacia una vida mejor, uniendo la lucha climática y la lucha social, poniendo en marcha estrategias eficaces de movilización y fortaleciendo el poder de la ciudadanía. Si no se hace eso, la extrema derecha ocupará ese espacio y nos propondrá o impondrá una solución autoritaria.
Alda, Bizi! y ELA estamos en camino
El 19 de febrero, con motivo de la presentación del libro Borroka guztien ama, Bizi! y la Fundación organizamos una charla con el autor y con Aintzane Orbegozo, del sindicato ELA, en nuestra sede de Baiona. Ambos hablaron de estrategias no violentas para organizarse colectivamente y conseguir victorias. Palais resumió los temas que trata en el libro y Orbegozo narró el trabajo organizativo de ELA en los servicios de atención domiciliaria de Gipuzkoa y las más de veinte victorias conseguidas.
No fue casualidad que Bizi! y ELA se reunieran en coloquio de Baiona. El movimiento por la justicia climática y social y el sindicato basan su estragia en el radical-pragmátismo no violento, al igual que la asociación Alda. Los tres estamos intentando organizar por un lado un movimiento de masas que una a la clase trabajadora, a la lucha social y a la lucha climática con las necesidades e intereses de las clases populares, y por otro trabajamos en la construcción de alternativas concretas que resuelvan problemas cotidianos, en la línea que propone Palais en su libro. Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero estamos caminando.
En Iparralde y Hegoalde tenemos diferentes fortalezas y debilidades. Somos complementarios. Tenemos a mano una hoja de ruta para trabajar juntas. En estos tiempos oscuros en los que nos llaman a rearmarnos, usemos el arma de todas las luchas que nos ha regalado Jon Palais.