Construyendo un sindicato feminista

2020/03/10
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Leire Txakartegi, responsable del área de Políticas de Género de ELA (este texto recoge la intervención en el acto "Zuena zuriketa morea, borroka feminista gurea" del 6 de marzo en celebrado en Donostia)

Es una satisfacción estar hoy aquí, rendir homenaje a las luchas feministas que está promoviendo nuestro sindicato, poner en valor lo realizado… Pero hoy hemos querido hacer un sitio a las mujeres de las residencias de Gipuzkoa, porque se lo merecen. ¡Estamos con vosotrass!

Estamos en marcha, estamos construyendo un sindicato feminista, año a año, paso a paso. Todavía nos queda mucho por hacer, pero también somos conscientes del valor de lo realizado.

En el vídeo hemos mirado hacia atrás y yo también quiero retroceder un poco hoy. En el sindicato las mujeres entramos en los puestos de dirección por una decisión política importante del sindicato. Fue una clara apuesta política del sindicato porque hay que incidir directamente para cambiar lo que no cambia por sí mismo. En aquellos años algunos hombres tuvieron que retroceder para hacernos sitio. ha quedado claro que para que un proceso como este tenga éxito tiene que contar con el impulso de todas y todos. El área de igualdad de género del sindicato también surgió en aquella época.

Los conflictos protagonizados por mujeres fueron adquiriendo más peso en nuestra acción sindical, seguramente porque la realidad laboral cambiante así lo exigía, más que por una decisión consciente o estratégica del sindicato.

Hoy hemos visto las imágenes (seguramente se nos han quedado algunas fuera) de la limpieza de Gipuzkoa, las limpiadoras de Basauri, Sabeco, Ariznavarra, las mujeres de los comedores… y después vinieron las residencias de Gipuzkoa y Bizkaia, los servicios a domicilio, las escuelas infantiles, cocina y limpieza de educación, las luchas contra la brecha salarial (que Ane nos ha explicado perfectamente …).

Todos estos conflictos forman parte de nuestra historia feminista. En los últimos años hemos ido cambiando las caras y el imaginario del sindicalismo reivindicativo y situando a las mujeres en la primera línea de la lucha. Todavía tenemos lagunas, como las empleadas de hogar. No por falta de voluntad, sino por la dificultad de las formas de organización.

Todas estas luchas han sido y son feministas. Como hemos dicho muchas veces, son la aportación práctica que hace nuestro sindicato al feminismo. Porque el feminismo en el que creemos es un feminismo de clase, anticapitalista y antirracista. Utilizando las palabras de Nancy Fraser, el feminismo transformador es la nueva lucha de clases, porque la lucha de clases debe situarse en el marco productivo y reproductivo, más allá del empleo, porque la lucha de clases debe posicionarse contra la precariedad de las vidas, pero sin dejar de lado el empleo como espacio de organización y lucha.

Y con estas luchas protagonizadas por mujeres estamos haciendo eso: luchar contra la precariedad de la vida, contra la brecha salarial, a favor de dignificar el cuidado, … y estamos viendo que el sindicato es una herramienta para el empoderamiento de las mujeres en estos procesos, tanto como trabajadoras como mujeres.

En 2014 decidimos dar un paso más y pusimos en marcha el proceso de cambio organizacional pro equidad de género. ¿De dónde partíamos? Sabemosque las mujeres estemos en los órganos de dirección es necesaria pero no suficiente; tampoco basta con organizar a las mujeres en sectores precarizados y feminizados. Si queremos ser una organización feminista tenemos que repensar el conjunto de la organización y de la estrategia sindical, porque las organizaciones también generamos situaciones de discriminación y desigualdad en lo cotidiano, aunque sea de forma involuntaria.

Y claro, nuestro sindicato tampoco está a salvo de eso, nosotros no somos una isla de igualdad en la medida en que los sindicatos fueron organizaciones hechos a medida de los hombres. Los sindicatos se crearon para organizar a los hombres en el empleo mientras las mujeres permanecían en casa. Y claro, la historia crea una cultura determinada en todas las instituciones, incluida la nuestra.

¿Por qué pusimos en marcha este proceso? Por un lado, por justicia social y por coherencia, porque si queremos promover una sociedad feminista debemos ser coherentes también en el sindicato y tener incorporada la igualdad de género en todas las cosas. Y también por necesidad, porque hemos decidido que la lucha contra la precariedad va a ser una línea estratégica en el sindicato. Y somos conscientes de que las mujeres somos las que sufrimos situaciones de precariedad sobre todo en el trabajo y en la vida. Las mujeres somos la mitad de la clase trabajadora y la clase trabajadora es plural y hetereogénea. Por lo tanto, si queremos representar a toda la clase trabajadora, y sobre todo a las que están en un situación más precaria, es imprescindible que los sindicatos pongamos en primera línea la defensa de los derechos de las mujeres.

Ha pasado mucho tiempo,y ¡cuánto hemos aprendido!. El diagnóstico de género nos aportó nuevas miradas y nuevas formas de mirar. Nos hemos hecho conscientes de que si no incluimos la lectura de género en nuestras estrategias y decisiones seguimreos ciegas al género, defendiendo en nombre del interés general los intereses de los hombres. Por ejemplo: hasta hace poco hubiera sido impensable una huelga por la brecha salarial, pero claro, si en un sector o empresa hay brecha salarial, pero no me entero y pido un incremento salarial común, estaré profundizando esa brecha, pese a que sea con buena intención y en interés supuestamente general.

Nos dimos cuenta de que para defender los intereses y derechos de las mujeres, en todas las iniciativas que pongamos en marcha tenemos que preguntarnos si podemos estar creando desigualdades de género, y más aún, tenemos que pensar qué podemos hacer para superar estas situaciones de desigualdad. Y nos dimos cuenta de cuánto tenemos todavía por hacer. Porque con este criterio tenemos que revisarlo todo, para poder mejorarlo todo.

Aprendimos que la igualdad no es tratar por igual a los que tienen diferentes situaciones, que tenemos que fijarnos en el resultado y que nosotras también, sin querer, podemos estar creando situaciones de desigualdad.

Y el diagnóstico también nos dejó claro que no estamos incorporando la equidad de género en la negociación colectiva, aunque podamos estar orgullosas de los conflictos que llevamos a cabo en sectores feminizados.

Y también aprendimos que para impulsar una estrategia de equidad de género es imprescindible poner en marcha una planificación estratégica, ya que en caso contrario la igualdad de género cae sistemáticamente de las agendas, puesto que siempre habrá cosas más importantes que hacer.

Ha pasado el tiempo, muchas nos preguntáis cómo va el proceso. Porque también hemos aprendido que la estrategia de igualdad de género nos va a afectar a toda y todoss, a todas las estructuras, no va a ser sólo una cuestión de género.

Pues en los últimos meses hemos estado realizando una Planificación Estratégica para la equidad de género, con un proceso participativo: negociación colectiva, elecciones sindicales, movilizaciones y campañas, formación, servicios jurídicos, modelo social… ¿cómo vamos a garantizar la igualdad? Cuáles serán nuestras líneas estratégicas, nuestros indicadores, metas… tendréis conocimiento de todo esto. Es un proyecto muy potente. Este tema será estratégico para el sindicato en los próximos años.

Estamos en esto desde 2014, porque queremos que el proceso que estamos llevando adelante tenga bases sólidas. Pero no tenemos ninguna duda de que hemos avanzado mucho, no estamos en el punto en el que estábamos cuando empezamos en esto. Durante todos estos años, mucha gente ha participado en el proceso y visitras ya lleváis puestas las gafas moradas. Los conflictos que tenemos en marcha no son champiñones aislados, somos mucho más conscientes de lo que estamos haciendo: estamos cambiando el procedimiento y los contenidos de la negociación colectiva, estamos poniendo en marcha nuevas planificaciones para hacer frente a la precariedad, incorporando la perspectiva de género, estamos situando los planes de igualdad en otro nivel… Lo que queremos es que todo esto empape toda la estrategia del sindicato, que no sean gotas aisladas. Las huelgas feministas del 8 de marzo también nos han ayudado en este proceso.

¡Y mientras tanto aumenta la afiliación de mujeres! ¡También la representaciones sindical! Y esto tampoco es casualidad. Esto quiere decir que el sindicato está dando respuesta a las necesidades de las mujeres.

Y cuando nos preguntan si somos un sindicato feminista, desde el área de género solemos responder que estamos en construcción feminista, porque somos más conscientes de lo que supone ser feministas, somos más exigentes. Y con todo esto queremos construir un sindicato mejor, mejor para todas y todos. Este proceso es un reto de todos, mujeres y hombres, hombres y mujeres, repito, uno de los principales retos estratégicos que tiene este sindicato en el futuro, pero sin duda un bonito reto: el de seguir construyendo un sindicato feminista.

¿Y cuando preguntan a los representantes de las administraciones vascas si son feministas? ¿Qué responden? Pues, que claro que son feministas. En las dos últimas huelgas feministas se les ha llenado la boca con ello. Este año también saldrán las instituciones vascas estos días con el lazo morado.

Quieren garantizar la igualdad formal en los papeles y en las planificaciones, pero las políticas reales van en la dirección contraria. No quieren solucionar los desequilibrios de género que están en la base del sistema, porque de lo contrario se les pone en duda el propio sistema. Sólo dos ejemplos.

En el plan estratégico contra la brecha salarial del Gobierno Vasco no aparece la palabra precariedad. Dicen que quieren acabar con la brecha salarial sin analizar la calidad del empleo y sin revisar la política de subcontratación de la administración.

Segundo ejemplo, la mesa de diálogo social de la CAPV, una vergüenza. Firman que en la base de la brecha salarial está el sesgo vocacional entre hombres y mujeres, dando por buenas declaraciones públicas realizadas por el Presidente de Confebask días antes, que daba a entender que la brecha salarial es culpa de las mujeres, porque no elegimos bien qué estudiar.

Dicen que son feministas, y entre las feministas la más feminista es la Diputación de Gipuzkoa.

La Diputación de Gipuzkoa tiene en marcha la estrategia denominada "Etorkizuna Eraikiz", con la participación de todos los guipuzcoanos para pensar en la Gipuzkoa del futuro. Con dinero público, han puesto en marcha un proyecto progresista para reflexionar sobre los modelos de cuidado, han posibilitado la puesta en marcha de programas de conciliación en diferentes empresas, han organizado jornadas feministas con ponentes de prestigio en los últimos años, la última en Tolosa.

No me gusta usar palabras en inglés. Pero lo que está haciendo la Diputación de Gipuzkoa -como se explica en el folleto que hemos sacado- es "purplewashing", blanqueo morado, lavar la imagen de empresas y gobiernos en nombre de los derechos de las mujeres. Dicho de orta manera, la Diputación de Gipuzkoako se define como feminista pero en las políticas y decisiones del día a día ejerce activamente contra los derechos de las mujeres.

Dicen que las reivindicaciones de las mujeres de las residencias de Gipuzkoa no son aceptables, porque dejarían ahogado el sistema. Eso lo dijo el señor Olano en una entrevista en la radio.

Lo que sí ahoga es que el sistema público de cuidados se base en la precariedad de las mujeres, que con la privatización del sistema de cuidados se genere una brecha salarial del 30% y que se mantenga cuando las empresas tienen enormes beneficios, todo ello con dinero público y con el esfuerzo económico mensual de muchas familias.

Ser feminista es traer los cuidados al centro, cuidar los servicios públicos, garantizar la calidad del empleo para tener vidas dignas... todo eso es ser feminista, tal y como nosotras lo entendemos, el feminismo es darle la vuelta a un sistema al servicio de unos pocos y ponerlo a favor de una mayoría.

¡Olano y compañís, ustedes no son feministas, porque vuestras políticas son machistas y heteropatriarcales!

Pero la huelga de las residencias de Gipuzkoa no tiene marcha atrás, porque es un conflicto por un modelo de sociedad más justo, que ponga las vidas en el centro y que atienda a las necesidades de una mayoría social; es un conflicto por el derecho a cuidar y ser cuidadas en condiciones dignas; es un conflicto feminista que aboga por dar pasos determinantes por la equidad de género. Por eso, no lo dudes, ganaréis.

Las huelguistas de las residencias de Bizkaia, las de Ariznavarra, las trabajadoras de la limpieza de juzgados y comisarías de Gipuzkoa también vivieron largas huelgas, vosotras también en negociaciones anteriores… Estar en huelga es duro, es laborioso, hay momentos dulces y amargos, y quizá pregunteís: ¿saldremos adelante? … y yo hoy quiero deciros en nombre de todo el sindicato que no tengáis ninguna duda. Porque tenéis tres cosas a favor: la solidaridad entre vosotras y la sororidad, por un lado. Por otro, el apoyo y el orgullo de todo el sindicato. Y por último, formar parte de una revolución feminista que no tiene vuelta atrás.

Estáis dando una lección impresionante de dignidad y coraje. Los hombres de este sindicato y sobre todo las mujeres, ¡estamos muy orgullosas de vosotras!

Estamos orgullosas de vosotras y también, cómo no, de las trabajadoras de la limpieza de la UPV y educación, que han convocado una huelga de cinco semanas a favor de unos salarios dignos; o las trabajadores deAyuda a Domicilio de Bizkaia, que también han estado en huelga esta semana, a favor de un modelo de cuidados digno, las trabajadoras de la limpieza de Gorliz, que han iniciado una huelga de dos semanas contra la brecha salarial. ¡Y quisiéramos mencionar también a las trabajadoras de Sephora Navarra, que están luchando por un convenio digno! ¡Y cómo no, las mujeres del Gizatzen, que van a la huelga por un verdadero plan de igualdad!

El 8 de marzo de este año vosotras representáis el sentido y el objetivo que tiene este día en todo el mundo. ¡Hoy sois vosotras el 8 de marzo!

Gora erresidentzietako emakumeak!
Gora emakumeon borroka!
Gora ELA feminista!